Por muchos años, en México se criticó a aquellas familias que no conformaba la estructura tradicional de un padre, madre e hijos, pero a partir del reconocimiento a los derechos de la comunidad LGBT+ esto cambió.
Después de que se aprobó el matrimonio igualitario en la CDMX en el 2009, y que empezaron a realizarlos a partir del 2010, han pasado 13 años en donde las familias LGBT+ pueden ejercer sus derechos, pero todavía hacen faltan más políticas públicas.
De acuerdo con Ana De Alejandro, fundadora de “Red de Madres Lesbianas en México”, mencionó en entrevista con radio Fórmula que esto ayudó a que la comunidad lésbica pudiera ponerle el apellido a hijas e hijos “lo cual fue factible hasta el 2011”.
“Todavía se necesitó que en 2013 se le hiciera notar al registro civil que no se estaban haciendo los reconocimientos y fue en ese año que pudieron efectuarse”.
Ana señaló que “la diferencia entre el registro y el reconocimiento es que en el primero se le coloca el apellido de ambas y en el segundo es cuando el hijo o la hija nace antes de que las mamás se casen y una de las dos le había puesto los apellidos, por lo cual la otra mamá hace el reconocimiento”, explicó.
Aunque esta transición no fue tan fácil, porque a pesar de que hoy en día los derechos de las madres lesbianas ya son reconocidos desde el enfoque jurídico, pero falta que se les reconozca socialmente.
La discriminación que viven las mujeres Lesbianas
Las madres lesbianas en México viven una doble discriminación “por ser mujeres y ser parte de la opresión por pertenecer a la diversidad sexual” y ante ello el estigma pesa muy fuerte para ellas porque no están adentro de “la norma”, por lo cual causa mucha diferencia en el trato.
Por esa razón “el código civil todavía necesita cambios y garantizar que nuestras familias sean reconocidas como tal, que en las escuelas se hable por completa naturalidad, que en hospitales y espacios públicos nuestras familias sean tratadas con igualdad porque siempre se asume que la familia es heterosexual”.
Estas luchas son constantes para la comunidad lésbica en México y a pesar de que ya tienen 13 años con sus garantías, todavía se observa la distinción y más en los estados del país.
“Desde la red de madres lesbianas de México nos enfocamos a tres áreas, lo primero es que somos una red para darle apoyo a otras mamás, de saber que no son la única madre lesbiana en el mundo. Somos más de 3 mil 600 madres en todo el país, desde Tapachula hasta Tijuana”, confesó Ana.
“El segundo trabajo que hacen es la creación del material didáctico para que se conozca acerca de las maternidades lésbicas y se hizo el manual de apoyo a docentes para entender familias lesbomaternales (una, dos o tres mamás)”.
Su material se desarrolló en 2014 y todavía se puede descarga de manera gratuita en su página, además de ofrecer pláticas y conferencias con la información necesaria para que se conozca a las familias lesbomaternales.
“En la tercera área se hace incidencia política (ejecutivo, legislativo y judicial) para crear políticas públicas y nos tomen en cuenta en juicios o en leyes”.
Hoy en día, a pesar de que existen derechos para la comunidad LGBT+, las madres lesbianas sufren de discriminación.
“Todavía sucede que, si una madre bisexual se separa del padre de sus hijos o hijas, los jueces no le quieran dar la custodia por considerarla una mala influencia o en las familias lesbomaternales, al momento de separarse, se le da prevalencia a la madre que gesto porque se cree que la persona que ha parido es la que tiene más derechos”.
“Existe mucho desconocimiento y más en la Ciudad de México, donde hay lugares que niegan trámites por el hecho de ser dos madres”, mencionó Ana.
También las mismas mamás no saben de sus derechos porque no hay una difusión. Si las madres lesbianas quieren hacer el registro de sus hijos, tiene que acudir al registro público y sin problema, ya que con el apoyo de la red de madres lesbianas de México, se brindó una capacitación al registro civil para sensibilizar a todos los juzgados del tema.