En la actualidad muchas parejas optan por tener ‘perrhijos’ en lugar de niños para formar su hogar; sin embargo, cuando ocurre un divorcio surge una duda que puede llegar a causar grandes conflictos: ¿con quién se queda el perro?
En ocasiones las parejas que llegan al Registro Civil para solicitar la anulación de su matrimonio se ven involucradas en una disputa por la repartición de los bienes que adquirieron juntos, incluyendo a los perritos.
En la mayoría de los casos, los abogados recomiendan llegar a un acuerdo para la dividir los bienes y compartir la custodia de un ‘lomito’, sin embargo, hay veces en los que un arreglo es imposible.
¿Con quién se queda el perro en un divorcio? Zaldívar lo explica
Actualmente hay muy pocos precedentes de casos de divorcio en los que haya estado en disputa la custodia de un perrito, pero es un asunto que se debe tratar con mucho cuidado para velar por lo que es mejor para la pareja y el bienestar de las mascotas, señaló Arturo Zaldívar, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
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Cuando no es posible llegar a un arreglo entre ambas partes para decidir con quién se queda el perro, un juez será el responsable de decidir a quién le otorga la custodia.
“Si la pareja no se pone de acuerdo tendrá que decidir el juez tomando en cuenta todas las circunstancias del caso, sin pretender que el perro de una familia es un objeto”, explicó Zaldivar.
El ministro recalcó que las mascotas no pueden ser tratadas como un objeto durante un proceso de separación, debido a que son seres vivos con los que las personas llegan a establecer una fuerte relación con sentimientos profundos.
Lo ideal durante un divorcio es llegar a un acuerdo para decidir con quién se queda el perro; pero en caso de que no sea posible, un juez será el responsable de decidir quién tendrá la custodia del ‘perrhijo’.