A un mes de la tragedia de Ciudad Juárez en que tras un incendio en una estancia del Instituto Nacional de Migración (INM) murieron 40 personas migrantes, hay 7 personas en prisión, dos altos funcionarios imputados pero aún en sus puestos y 2 supuestos responsables del incendio. Pero sigue sin haber justicia para las víctimas.
En su reporte "Por la Mañana", la periodista Miriam Moreno aclaró que si bien se registraron 28 personas lesionadas, a una de ellas, un venezolano de nombre Jason, oficialmente no se le considera en esa cifra porque se le investiga como el causante del fuego al interior de la "cárcel" migratoria.
"La Fiscalía y las autoridades dicen 27 lesionados porque descuentan a Jason, el venezolano que prendió la colchoneta", detalló.
Entre los 7 detenidos se encuentran los vigilantes que estaban presentes esa noche en la instalación del INM, así como una guardia de los migrantes identificada como Gloria Liliana, quien estaba a cargo de la estancia. Todos ellos acusados por los delitos de homicidio y lesiones.
Mientras que los altos funcionarios, Antonio Molina Díaz, director General de Control y Verificación Migratoria, quien fue vinculado a proceso por el delito de ejercicio ilícito del servicio público; en tanto que por el mismo delito se le señala a Francisco Garduño, titular del INM y quien tras ser imputado, tendrá una nueva audiencia el domingo para conocer si se le vincula o no a proceso.
Hasta el pasado 12 de abril se reportaba la repatriación de 23 de los 40 cuerpos de las víctimas; ellos solamente de Honduras y Guatemala. En tanto que ciudadanos venezolanos reprocharon las dificultades administrativas y la falta de apoyo de su gobierno para los trámites de repatriación de los migrantes fallecidos en Ciudad Juárez.
Además, el resto de las 68 personas migrantes retenidas, al menos 38 más, estuvieron retenidas por más de 36 horas, lo que violó la ley migratoria.
Un mes después de la tragedia, nadie sabe dónde estaban las llaves
Además de la falta de justicia, persisten las dudas sobre lo ocurrido la noche del 27 de marzo en las instalaciones de la estancia migratoria de Ciudad Juárez.
De acuerdo con Miriam Moreno, esta semana se difundieron en las audiencias videos de las 16 horas previas al incidente en las instalaciones.
En ellos se observa primero la llegada de un grupo de unos entre 25 y 30 migrantes venezolanos detenidos la tarde de ese lunes en las calles de Ciudad Juárez, que fueron detenidos en un operativo conjunto entre las autoridades municipales y el INM.
Los testimonios de los migrantes que ya estaban al interior de la estancia del INM refieren que este grupo se apoderó de los alimentos y el agua que les entregó el personal de esa "cárcel".
"Llegan muy violentos. Llega a la hora de comida, porque también estos videos se puede ver los momentos en que le sirven comida, pero los migrantes dicen que 'Estos venezolanos se formaron y nos quitaron de la fila, se formaron más de dos veces y se acabaron los alimentos, se acabó el agua. Pedíamos más'", relató Miriam Moreno citando a los testigos.
Ante esta situación, personal del INM volvió hacia las 6 de la tarde a llevar más alimentos, pero nuevamente resultaron insuficientes pues los venezolanos se volvieron a quedar con todo.
"Y después pasa esto pasadas las 8:30 de la noche, en donde siguen las protestas en este grupo muy concentrado de venezolanos. Y luego queda concentrado a tres migrantes venezolanos, uno de ellos Jason. Otro de los que iniciaron los disturbios y prendió las colchonetas murió por asfixia", comentó Miriam Moreno. "Nunca aparecieron las llaves".
Un tercer venezolano, añadió, está en un hotel bajo resguardo de la Fiscalía General de la República luego de sobrevivir a la asfixia. Aunque aún cuenta con apoyo de oxígeno y se prevé que sea imputado en los próximos días.
Otra de las irregularidades que se presentaron fue que en las instalaciones de la estancia migratoria se encontraron puertas soldadas y no se hallaron las llaves para abrir los candados, por lo que a su llegada, los bomberos tuvieron que romperlos. Por lo que no se cumplían con los requisitos de Protección Civil para la operación de esta estancia migratoria.
"Aún así el señor (Francisco) Garduño y las autoridades migratorias permitieron que siguiera funcionando con sobrepoblación (de migrantes)", sentenció Miriam Moreno.