¿Hay vientos de guerra? En días recientes el expresidente Donald Trump ha reforzado el discurso que fomenta declarar "formalmente" una estrategia militar en contra de los cárteles de narcotráfico en México.
Esto da un empujón a las peticiones de los legisladores republicanos que insisten en llevar a cabo un plan para hacer frente a las organizaciones criminales.
En ese sentido, por segunda ocasión Trump pidió a sus asesores políticos una "variedad de opciones militares" para enfrentar a los narcotraficantes, de acuerdo con la revista Rolling Stone. "Atacar a México" es lo que –de acuerdo con una fuente del medio- el exmandatario estadounidense quiere hacer.
Y una de las propuestas tiene que ver con el libro blanco de octubre del Center for Renewing America, conformado por un grupo de expertos "cada vez más influyente integrado en gran parte por expertos trumpistas, leales a MAGA y veteranos de su administración”, aseveró la revista.
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El empresario tiene conocimiento de este movimiento por el cual se pretende "realizar operaciones militares específicas para destruir las células delictivas y reclutar al Gobierno mexicano en operaciones conjuntas". Y a todo esto, ¿de qué va? Te contamos.
Así será la invasión a México para la guerra contra narcos
Los objetivos mencionados en la propuesta Hacer una guerra defensiva: derrotar a los cárteles y defender a los Estados Unidos son:
- Poner fin al flujo ilegal de personas, víctimas del tráfico y drogas a través de la frontera sur de los Estados Unidos.
- Asegurar el control operativo total de la frontera sur para el gobierno de los Estados Unidos.
- Asegurar que el gobierno mexicano tenga control sobre el 100 por ciento de su territorio con respecto a los principales grupos delictivos del narcotráfico.
- Poner fin al caos impulsado por los narcotraficantes que envuelve gran parte del hemisferio occidental.
Dicho plan está dividido en cuatro fases:
- Primer Nivel: Fase de Declaración
En este primer paso el Gobierno de Estados Unidos anunciaría formalmente su intención de "invocar su derecho inherente a la autodefensa y colocar las piezas necesarias para traer toda la fuerza del gobierno federal para asegurar sus fronteras".
En dicho nivel el mandatario de EU deberá -según la propuesta- invocar el espíritu de la Doctrina Monroe con una declaración pública sobre no tolerar que narcoterroristas internacionales violentos operen en su frontera sur o en sus estados vecinos.
Así pues, como jefe diplomático solicitará formalmente que México y EU trabajen en colaboración.
"Sin embargo, es vital que no se haga creer a México que tiene poder de veto para evitar que Estados Unidos tome las medidas necesarias para asegurar sus fronteras y su gente", precisa el Center for Renewing America. De no lograr disuadir las acciones de las agrupaciones delincuenciales, la administración estadounidense pasará al "siguiente nivel de guerra".
- Nivel Dos: Fase de Organización
En este nivel, Estados Unidos reunirá los diversos mecanismos políticos, normativos y de procedimiento necesarios para realinear su postura contra los cárteles y hacia una posible acción directa.
Las acciones a seguir contemplan operaciones militares específicas con el objetivo de destruir a las organizaciones criminales, colaboración con México para atar la infraestructura de las agrupaciones delictivas. Además, se activará a la Marina estadounidense para interceptar embarcaciones frente a la costa del Pacífico de México.
"Se cree que (en los navíos) transportan opioides sintéticos y otros productos químicos relacionados con los narcóticos que salen de los antros de drogas chinos", se lee en la iniciativa.
Asimismo, se colocará a la Guardia Costera en pie de guerra para patrullar en todo el Golfo. de México y el Pacífico Oriental.
En esta segunda fase el presidente de EU deberá encargar al Departamento de Defensa que organice el esfuerzo para crear una fuerza bilateral compuesta por los ejércitos activos relevantes de ambos países, así como crear canales de comunicación seguros y permanentes en todos los niveles de gobierno de ambas naciones.
Se tiene que otorgar 'luz verde' para que el Departamento del Tesoro imponga sanciones, en coordinación con el Congreso, a líderes de grupos delictivos específicos y gobiernos conocidos por brindar apoyo logístico y financiero a los 'narcos'.
En este segundo nivel se definirán los objetivos en cuanto a lo que constituye la victoria. El Congreso, además, aprobará una "legislación que designe a las facciones Reynosa/Los Metros del Cártel del Golfo y la facción Cártel del Noreste de Los Zetas como entidades que merecen acción directa a través de una nueva designación de cártel distinta, pero similar a una organización terrorista extranjera".
El Congreso abrirá la puerta a dictar sanciones a los líderes y operativos específicos de las organizaciones criminales, así como a los gobiernos extranjeros que se sabe que brindan apoyo financiero o logístico a los cárteles. De no tener el impacto deseado, se procederá a la tercera fase.
- Tercer Nivel: Fase de Compromiso
"Es probable que esta sea la fase más prolongada", advierten los republicanos. El presidente debe activar y desplegar las unidades disponibles de las fuerzas armadas, incluida la Guardia Costera.
Se tendrán que coordinar las operaciones militares con la DEA y otros servicios de inteligencia apropiados. Esto va de la mano con las autoridades militares y gubernamentales mexicanas según corresponda.
El Congreso debe considerar una legislación que autorice el “decomiso de activos” de material del narco, activos financieros, infraestructura y otros bienes, con una estricta supervisión del Congreso.
Aunado a esto, se debe tomar en cuenta por el Congreso una legislación que provoque el cierre o la medición de los puertos de entrada en función del número mensual de detenciones de inmigrantes ilegales en la frontera.
- Nivel cuatro: Fase de victoria
El último nivel. Bajo esta fase, se expandirán las operaciones según sea necesario y se llevará a cabo en coordinación con la administración mexicana.
"El objetivo es aplastar las redes de cárteles con toda la fuerza militar de la manera más rápida posible. Esto significa ampliar el papel más allá de las Fuerzas Especiales, los ataques dirigidos y las operaciones de inteligencia para incluir elementos de la Infantería de Marina, el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Guardia Costera", subraya la iniciativa.
El Congreso establecerá penas más severas para los ciudadanos estadounidenses declarados culpables de colaborar con los narcotraficantes.
Dichos castigos deben incluir una sentencia federal mínima obligatoria de 15 años de prisión y una sentencia mínima obligatoria de 25 años de prisión.
En ese sentido, esta no es la primera vez que Trump infiere implementar un ataque con bombardeos para frenar el tráfico de fentanilo. Según información de La Vanguardia, antes -en 2020- ya propuso "lanzar misiles" a los grandes centros de producción de narcóticos en la nación vecina.