La Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) reveló con documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que Raymundo Ramos, el activista defensor de los derechos humanos en Tamaulipas, fue espiado.
El activista fue quien difundió que elementos del Ejército habían asesinado a cinco jóvenes en Nuevo Laredo, por lo que, la semana pasada, durante la mañanera de AMLO, Raymundo Ramos fue señalado por tener vínculos con grupos criminales en el norte del país; sin embargo, el activista negó estas acusaciones y aseguró que él era víctima de espionaje.
Así fue como la organización antes citada reveló una tarjeta informativa en la que se confirma que el Ejército mexicano intervino las comunicaciones privadas del activistas con varios periodistas.
Las conversaciones eran acerca de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Ejército en Nuevo Laredo el 3 de julio de 2022.
"Ramos Vázquez envió a ____ imágenes de la denuncia interpuesta por el ____ por la supuesta muerte de su hijo Damián Jenoves Tercero a manos de Personal Militar fechada del 11 de julio de 2020 y la boleta de desaparición de Damián Jenovas Tercero” se lee en el documento.
Además, como ‘consideración’, el reporte asegura que el activista mantiene ‘vínculos con el Cártel del Noreste, aprovechando su calidad como activista de Derechos Humanos’.
“Lucra con la información del desempeño de las Fuerzas Armadas para sus intereses, obteniendo beneficios económicos y favoreciendo a la Delincuencia Organizada”, agregan.
Las conversaciones de Raymundo Ramos con periodistas ocurrieron entre el 16 y el 26 de agosto de 2020, por lo que, estas fechas coinciden con el periodo en que Raymundo Ramos fue espiado con Pegasus, de acuerdo con Citizen Lab.
“En la tarjeta informativa, el #EjércitoEspía pretende vincular a Raymundo Ramos con el CDN, sin presentar prueba alguna. El Ejército no tiene facultades legales para intervenir comunicaciones de civiles, ni existe registro de autorización judicial, reconoce la SEDENA”, destaca R3D.
Sedena, detrás del espionaje a Raymundo Ramos
La organización de Derechos Humanos asegura que el Ejército espió a Raymundo Ramos para interferir en el caso de los abusos en Nuevo Laredo.
Por lo que, detrás del espionaje se encuentra una estructura militar secreta, que es el Centro Militar de Inteligencia.
Lo anterior –explica la Red- se pudo conocer ‘gracias a documentos filtrados por el colectivo Guacamaya’.
“El objetivo del Centro Militar de Inteligencia es aportar “productos de inteligencia que se generen de la información obtenida por medios cerrados”. Es decir, a través de intervenciones de comunicaciones privadas, sin que el #EjércitoEspía tenga facultades legales” explican.
Además, dicho Centro Militar es el operador del ‘Sistema de Monitoreo Remoto de Información’ que adquirió la Sedena a Comercializadora Antsua por 140 millones de pesos.
La tarjeta informativa permitió identificar a los militares que sabían y participaron del espionaje ilegal a Raymundo Ramos. Estuvieron involucrados el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, el subjefe de Inteligencia del E.M.D.N y el Director del C.M.I.
“El General Secretario (Luis Cresencio Sandoval) sabía del espionaje ilegal a Raymundo Ramos, ya que la tarjeta informativa fue hecha el 2 de septiembre para su conocimiento. Incluso se reunió ese día con diversos altos mandos del #EjércitoEspía para tratar el tema “Nuevo Laredo, Tamaulipas”, destaca la Red.
Activistas condenan espionaje a Raymundo Ramos
Grupo de académicos, defensores de Derechos Humanos, activistas y periodistas condenaron el espionaje y la intervención de comunicaciones a Raymundo Ramos, quien –explican- ha documentado la masacre de 12 personas en Nuevo Laredo en julio de 2020.
“El colectivo Seguridad sin Guerra expresa su solidaridad con el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos y reconoce el importante trabajo que hace en la defensa de los derechos humanos en Tamaulipas, particularmente en su representación de víctimas de atrocdades cometidas por las fuerzas armadas mexicanas y sus familiares”, aseguró la organización.
Además, exigieron a las autoridades que garanticen el derecho a defender derechos humanos del activista y ‘cesen los actos de espionaje, acoso y hostigamiento en su contra por parte de las autoridades militares y civiles.
Raymundo Ramos lidera el Comité de los Derechos Humanos de Nuevo Laredo. De acuerdo con la ONU-DH México, el activista "alza su voz por las víctimas que desean ser escuchadas y que tienen derecho al acceso a la justicia".