Conforme pasan los días continúan revelándose más detalles sobre el incendio que dejó 39 migrantes muertos y 28 heridos, quienes se encontraban resguardados en una estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua.
En esta ocasión, el activista y fundador de la Asociación Contra la Corrupción e Impunidad de Nuevo León (ACCINL), Carlos Sánchez, reveló una nueva versión de los hechos, asegurando que la protesta iniciada por las personas de origen extranjero partió de la molestia por la falta de insumos básicos, tales como: agua potable y papel higiénico.
El activista tuvo acceso a una entrevista realizada por un agente de la Policía Federal Ministerial a Omar Pérez Martínez, supuesto supervisor de seguridad de la empresa Grupo de Seguridad Privada CAMSA S.A. de C.V, del Grupo Tank, quien narró parte de los hechos previos al incidente.
De acuerdo con lo narrado por el elemento de seguridad, desde las 8:00 horas los migrantes les comentaron a los agentes que no contaban con agua para suministro personal ni papel higiénico, situación que comunicó de manera inmediata a Eduardo Apodaca Magallanes, jefe de recursos materiales.
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Sin embargo, la respuesta que recibieron por parte de éste fue que “lo del papel higiénico lo viera con el departamento de limpieza y que los garrafones de agua los llenara directamente del agua de la llave”. Asimismo, le notificó un altercado entre un extranjero y el guardia Abel Huerta a consecuencia de la posesión de un encendedor, el cual trató de quitárselo antes de que fuera resguardado en la estancia varonil.
Alrededor de las 18:00 horas, Omar Pérez comunicó a la guardia en turno identificada como Paloma la indicación de Apodaca Magallanes sobre llenar los garrafones con agua de la llave, misma a la que se negó acatar alegando que el líquido no es apto para consumo humano.
Según lo declarado por el supervisor de seguridad de Grupo Tank, transcurrieron otras tres horas y no hubo respuesta del agua, por lo que los migrantes comenzaron a alterarse. Fue así como él y su compañero Abel Huerta decidieron llenar lo garrafones con agua de la llave del baño.
No obstante, antes de rellenar los garrafones se percataron que las personas de origen extranjero habían iniciado un incendio. Pese a que intentaron conseguir un extintor para actuar de manera rápida, no hallaron ninguno hasta el área de recepción, el cual fue proporcionado por un agente de migración.
“Omar tuvo que salir del área por la densidad del humo y fue a buscar más extintores pero sin éxito, cuando salió a la parte exterior del recinto se encontró a una señora de azul que tenía más extintores”, explicó el activista Carlos Sánchez.
Posteriormente, el elemento de seguridad buscó ingresar al área del incendio con los extintores en mano; sin embargo, “elementos de la Guardia Nacional ya no le permitieron entrar por la situación en que se encontraba el humo”. Tras ello, apoyó a su compañera de nombre Angélica Huerta para ayudar a las 15 mujeres que se encontraban resguardadas en el área femenil.
De acuerdo con lo relatado por Omar Pérez Martínez a la Policía Federal Ministerial, el titular del Instituto Nacional de Migración (INM) lo cuestionó por no haber roto los candados que impedían la salida de los migrantes, a lo que el supervisor respondió: “si no nos dejan tener ningún objeto punzocortante, menos un hacha o algún objeto con los que podamos romper nosotros dichos candados”.
Es así como dejó en claro que “mis compañeros y el de la voz, hicimos hasta lo imposible para poder salvaguardar la vida de las personas”.
Cabe señalar que hasta el momento, las autoridades mexicanas han girado seis órdenes de aprehensión en contra de los presuntos responsables del incendio en una estación migratoria de Ciudad Juárez, de las cuales ya se ejecutaron cinco.
Según lo revelado por el gobierno federal se trata de tres funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), dos agentes de seguridad privada y una persona que comenzó el fuego.