Así como para los jesuitas, la muerte de José Noriel Portillo Gil, "El Chueco", no representa un acercamiento a la justica tras el homicidio de dos de sus sacerdotes en Cerocahui, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, habitantes desplazados de esa zona no ven un fin a la violencia que los aqueja por los actos criminales de las bandas delictivas que encabezaba este personaje.
Argelia es una mujer que vive lejos de la Sierra Tarahumara, de donde es originaria. Tuvo que dejar su comunidad ante los actos de violencia que sufrió su familia por parte de bandoleros de "El Chueco".
"Él fue el que mató a mi suegro allá en la sierra. Un día que fue a recoger un apoyo de gobierno, hombres de 'El Chueco' ahí lo secuestraron y lo mataron. No pedían rescate, no llamaron ni nada, pero aún así sólo lo mataron porque querían los papeles del rancho", relató.
En entrevista con Humberto Padgett para "Por la Mañana", describió el modus operandi de la agrupación criminal de Portillo Gil: agredían o mataban a la gente y se quedaban con sus ranchos para ocuparlos y mandar a su gente a sembrar marihuana o amapola.
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Además, resaltó la agresividad de los hombres que trabajaban para "El Chueco", pues se trata de gente que no aceptaba que les denunciaran, por lo que ese pudo haber sido uno de los móviles de la agresión a su suegro.
¿Qué significa la ausencia de 'El Chueco'?
Humberto Padgett también cuestionó a Argelia sobre la ausencia de "El Chueco" en ese momento por estar prófugo de la justicia tras el homicidio de 4 personas en junio de 2022.
Al respecto, la mujer desplazada relató que si bien él no estaba, la estructura criminal continuaría asolando a los habitantes de la Sierra Tarahumara.
-¿Les da calma que ese hombre ya esté prófugo y que seguramente no volverá a hacerse cargo?- preguntó el periodista.
"No, porque yo sé que aunque lo agarren, aunque esté prófugo, va a continuar en lo mismo. Porque ahorita aún queda mucha gente con los que trabaja y todos los demás. Pues igual hay una otra persona que tiene que ser líder, no nada más es uno, hay mucha gente", lamentó.
Agregó que esa gente no se detiene y que incluso ahora a pesar de estar fuera de la Sierra Tarahumara en otra parte de la entidad, teme por la integridad de su esposo o de sus hijos.
"Puede llegar en cualquier momento y matarnos, que es lo que hacen. Llegan directamente a lo que van. Es lo que hacen", advirtió Argelia, habitante desplazada de la sierra Tarahumara por la violencia que generó "El Chueco".