Este miércoles se informó que el exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba (1999-2004) fue sentenciado a 9 de años de cárcel acusado del delito de lavado de dinero, del que él mismo se declaró culpable en 2021, con lo que se logró librar de otros cargos en su contra por narcotráfico. Lo que o distingue del caso del juicio en contra de Genaro García Luna.
Según el documento donde reconoció su culpabilidad, al que tuvo acceso el periodista Marco Silva, del equipo de "Por la Mañana", al haberse declarado culpable y tras casi 6 años en prisión, su camino pinta a ser muy distinto al del exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón.
"Cuando vemos este caso contrastado con el anterior, goza de muy buena salud el sistema de Estados Unidos. Sucede que en 2021 el exgobernador de Tamaulipas se declara culpable. El 10 de abril próximo se cumplen 6 años en la cárcel y este tiempo que ya tiene privado de su libertad, se va a descontar de su condena. Porque le restan poco más de 3 años siempre y cuando no le apliquen beneficios para preliberación, que lo tendrían en la calle en meses, 14 meses", comentó.
A diferencia del caso de Genaro García Luna, que también se resolvió en una Corte federal de EU en Brooklyn, el caso de Yarrington resuelto en la Corte de Brownsville, la declaración de culpabilidad al llegar al juez el caso ayudó a reducir el tiempo de condena.
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"Dijo 'sí soy culpable de haber lavado dinero'. Es una cantidad de 3.5 millones de dólares y esto al final tiene que ver mucho con el conteo de años que le dan", refirió el periodista.
En contraste, la pena que le espera a Genaro García Luna se conocerá a finales de junio próximo, y según especialistas, la pena mínima que le espera es de unos 20 años y un máximo de cadena perpetua.
El precio de la culpa de Tomás Yarrington
Pero no todo es miel sobre hojuelas en el caso del exgobernador de Tamaulipas. Si bien, ya tiene la mayor parte de su pena cumplida, los alcances de su acuerdo de culpabilidad se limitan sólo al caso en cuestión, por lo que si en una Corte distinta iniciara un proceso en su contra, podría volver a prisión.
"Al término de su condena, estaría en posibilidad de tener una libertad asistida. ¿Qué es eso? Es con el gobierno de Estados Unidos vigilante, lo puede llamar a testificar. Está asistido en su libertad pero si se le necesita, va a acudir. El abogado (de Yarrington) dice no lo va a hacer", detalló Marco Silva.
No obstante, el mismo acuerdo también sostiene que una vez que esté en libertad, Tomás Yarrington tendría que presentarse ante las autoridades migratorias mexicanas, quienes tienen un requerimiento en su contra.
La entonces Procuraduría General de la República ofreció en 2016 una recompensa de 15 millones de pesos para dar con el exgobernador, investigado por supuestos nexos con grupos del crimen organizado.
"Y ese mismo acuerdo plantea que lo que se está viendo en esta Corte aplica para este acuerdo. Si le abren otro proceso en otra Corte, es borrón y cuenta nueva. Así que ahí están las palancas: el gobierno de los Estados Unidos todavía trae la manija en la mano", aseguró Marco Silva sobre el caso de Tomás Yarrington.