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Mujer de ciencia y política: Ella es Annie Pardo Cemo, mamá de Claudia Sheinbaum

La reconocida investigadora de la UNAM, Annie Pardo Cemo, se abre para exponer la dualidad con la que vivió su vida entre la ciencia y la política, misma que inculcó en sus tres hijos, Julio, Adriana y Claudia Sheinbaum.

Annie Pardo Cemo es reconocida por sus investigaciones en fibrosis pulmonar idiopáticaCréditos: Rocío Martínez
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“Como siempre un buen maestro es el que orienta”, dijo Annie Pardo Cemo, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desde su estudio en Coyoacán, un lugar repleto de libros, recuerdos y fotografías familiares entre las que se encuentra la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, una de sus dos hijas.

Pardo Cemo tiene 81 años, pero más de la mitad los ha dedicado al estudio de la biopatología pulmonar de enfermedades fibrosantes. La investigadora platica con Grupo Fórmula desde una silla gris, tiene el cabello rubio planchado hasta los hombros y una blusa amarilla con un pañuelo de mariposas monarca. Sus investigaciones se han enfocado en la fibrosis pulmonar idiopática.

“En general (la fibrosis) es que, ante un daño, el organismo responde tratando de repararlo”, explicó. “Empieza un proceso de cicatrización autolimitada en condiciones normales, pero que, en el caso de la fibrosis, la cicatriz no se detiene y continúan depositándose moléculas fibrilares”.

La fibrosis se puede presentar en cualquier órgano, pero en los pulmones existen aquellas de origen desconocido consideradas idiopáticas. Esas son las que Pardo Cemo y el doctor Moisés Selman, su compañero de vida, estudian en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Annie Pardo Cemo, investigadora de la UNAM y madre de Claudia Sheinbaum Foto: Aldo Gutiérrez

Los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática (FPI) mueren a los 3 o 4 años de su diagnóstico por la agresividad de la enfermedad, señala la investigadora. 

El INER registra una prevalencia del FPI entre 0.7 y 63 casos por cada 100 mil habitantes. Por otro lado, el estudio del “Panorama actual de la fibrosis pulmonar idiopática en México” señala que esta enfermedad tiene una mortalidad de 61.2 por cada millón en hombres, en quienes se presenta con mayor frecuencia, y que cada neumólogo encuestado diagnostica en promedio a 8 personas por año. 

La Secretaría de Salud ha definido a este tipo de fibrosis como un problema de salud que “afecta principalmente a adultos mayores de 50 años, siendo aún más vulnerables aquellos con antecedentes de tabaquismo” o con factores de riesgo como la exposición a polvo de metales, maderas y sustancias químicas.

Pardo Cemo y su equipo llevan 20 años sosteniendo la hipótesis de que es “en la parte baja de los pulmones, donde se realiza el intercambio gaseoso, que el epitelio alveolar es el responsable de desencadenar los procesos fibróticos, un trabajo que ha sido ampliamente citado en los últimos años.

Las investigaciones de Pardo Cemo y Moisés Selman en el INER ha sido altamente citada Foto: Aldo Gutiérrez

Apenas en 2022, la investigadora recibió el reconocimiento a la Excelencia en la Investigación y Servicio en Biología Molecular Respiratoria como miembro extranjero de la American Thoracic Society (ATS), misma sociedad que la reconoció con el Premio por Aportes Científicos en 2015, justo por sus contribuciones al estudio de la fibrosis pulmonar idiopática.

Pardo Cemo cuenta con al menos 13 premios y medallas que reconocen su trabajo como investigadora. Además, es profesora emérita en la Faculta de Ciencias de la UNAM y en su Laboratorio de Biopatología pulmonar enfoca sus investigaciones a los “mecanismos celulares y moleculares involucrados en la patogénesis de las enfermedades fibrosantes de pulmón y el papel de las metaloproteasas de matriz en la fisiopatología de las enfermedades pulmonares crónico-degenerativas”, destaca la universidad.

Una vida política: la otra voz de Annie Pardo Cemo

Con semblante tranquilo y una cómoda casa de dos pisos, pocos saben que una de las investigadoras más citadas de México fue también una activa militante política del Partido Comunista, el Movimiento Ferrocarrilero y el Movimiento estudiantil de 1968, por mencionar sólo algunos. 

“Yo siempre tuve inquietudes sociales”, contó a Grupo Fórmula. “A mí en la carrera me tocó una época muy importante en el desarrollo de México”.

Nacida en Ciudad de México en junio de 1941, Pardo Cemo creció entre la avenida Insurgentes y la colonia Escandón. Su padre era comerciante y su madre, una amante de la Literatura, ambos judíos perseguidos que llegaron a México tras la Segunda Guerra Mundial.

Los padres de Annie Pardo Cemo llegaron a México tras la Segunda Guerra Mundial Foto: Diana Soto

El gusto por la biología lo obtuvo en la Universidad Femenina, escuela donde estudió la secundaria y el bachillerato, acompañada por pláticas semanales de personajes como Salvador Novo, Bertha Singerman y Juan José Arreola.

En los años 50 la preparatoria se cursaba en dos años, por lo que a los 16 entró en la UNAM para estudiar la carrera de Biología y acercarse a la vida política de México.

"Entré a la carrera sin saber muy bien qué era a lo que me iba a dedicar", dijo.“Siempre me llamó la atención cómo funciona la célula y qué funciones cumplía”.

Dentro de la Facultad de Ciencias no solo siguió su pasión por la naturaleza, también comenzó a influir en la vida política universitaria al volantear, asistir a mítines y a manifestaciones. “Siempre fue una facultad con mucha actividad de interés político y social”, comentó. 

Los padres de Pardo Cemo heredaron a su hija la idea de que "debe haber justicia". Así, una joven Annie liberó sus primeras inquietudes sociales como presidenta de la Sociedad de Alumnos en la Universidad Femenina.

 “Este es un país tan desigual”, dijo. “Lo veía al ir al mercado, simplemente al pasear por las calles. Uno percibe que este no es un país pobre, es un país desigual”.

Del 68 al estudio de la fibrosis pulmonar

Pardo Cemo fue fue representante de la Coalición de Profesores de Enseñanza, Media y Superior en el 68 Foto: Aldo Gutiérrez

"Yo siempre comulgué con las ideas de izquierda", señaló. Un detalle que en muchas ocasiones le jugó en contra durante su vida académica. "Varias cosas en las que concursé y no gané, nunca pude distinguir bien si la razón era porque era mujer o porque era mujer y de izquierda", concluyó, pues notaba algunos detalles en los ganadores, generalmente hombres.

Dentro el Instituto de Investigaciones Forestales vivió parte del machismo académico. "Ofrecían una beca de 500 pesos", dijo. "Traté de aplicar y me dijeron que no, porque yo ya estaba casada y ya tenía un niño, así que iba a tener que pedir permisos"

Sin embargo, la traba más grande llegó después de la Matanza de Tlatelolco en 1968, movimiento en el que fue representante de la Coalición de Profesores de Enseñanza, Media y Superior. "Suspendida por órdenes superiores", le informaron al quitarle su beca de Posgrado y las horas de docencia que tenía en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). 

"Por recomendaciones de amigos regresé a la UNAM en el Instituto de Investigaciones Biomédicas acababa de llegar el doctor Pérez Tamayo del Hospital General", contó. "Ahí empecé a estudiar lo que era la fibrosis, no la fibrosis pulmonar, pero lo que era la fibrosis". 

La familia Sheinbaum-Pardo

Con 19 años, Annie Pardo se casó con el ingeniero químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz, padre de la actual jefa de gobierno. Se conocieron en un viaje que la investigadora hizo a otro estado.

“Una amiga me invitó a Guadalajara a que le ayudara a ir a cuidar a su sobrinos, porque su hermana iba a viajar y ahí conocí a mi primer esposo”, recordó.

Parte de lo que los hizo congeniar fueron las inquietudes políticas que manejaban. Sheinbaum fue también militante del Partido Comunista.

Annie Pardo Cemo tiene 81 años, pero desde joven tuvo inquietudes políticas Foto: Aldo Gutiérrez

En un ambiente de alta actividad política, la pareja Sheinbaum-Pardo tuvo sus tres hijos: Julio, el más grande, quien hoy es físico e investigador en Ensenada, Claudia, actual jefa de gobierno de la Ciudad de México y Adriana, que estudió en la UNAM como sus hermanos, pero se inclinó por el periodismo.

“La familia en general tiene un pensamiento de izquierda”, recalcó Pardo Cemo. “Podemos no coincidir en algunas cosas, somos muy pasionales”.

A un año de las elecciones presidenciales, la investigadora apoya con todo a su hija. “No hay nada mejor para este país que Claudia como presidenta, aunque como mamá hubiera querido que tuviera un trabajo más relajado”, aseguró.