La torre Eiffel y el museo de Louvre son dos de los lugares más bellos y conocidos de París. Pero lejos de las zonas más transitadas, en "la ciudad del amor" existen lugares donde hay decenas de adictos a drogas como la heroína, aunque las autoridades temen que ante la potencial falta de la misma, así como de la asociación de los cárteles mexicanos con los criminales europeos, el fentanilo se arraigue en Europa.
Y es que de acuerdo con el columnista Carlomagno de The Economist, el viejo continente se ha salvado del flagelo del opioide que en Estados Unidos ha causado la muerte de unas 70 mil personas por año.
Hacia la década de los noventas en el país norteamericano, con el impulso de empresas farmacéuticas, se comenzaron a prescribir opioides por cualquier motivo y hacia el 2015 se alcanzó la cifra de unas 227 millones de recetas de opioides cada año.
Cuando se terminaron las prescripciones, muchos de esos pacientes descubrieron que la venta de esas pastillas se podían conseguir de manera ilegal, comercializadas por los cárteles mexicanos (como el de Sinaloa y el CJNG).
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Mientras que la atención médica universal europea daba tratamientos sin opioides, en Estados Unidos se recetaban esa clase de analgésicos como una solución rápida ante los padecimientos.
¿Por qué ha disminuido la presencia de heroína en Europa?
La llegada de los talibanes al poder en Afganistán ha recortado aproximadamente en un 95 por ciento la producción de amapola en ese país, lo que limitará notoriamente la disponibilidad de heroína barata en Europa.
Algo similar ya pasó en Estonia, el único país que padece los estragos del fentanilo, cuando en el año 2000 ocurrió la represión de los talibanes y ocasionó una escasez de heroína.
A esto se le suma que la Europol ha señalado que los cárteles mexicanos están colaborando con las redes criminales europeas para que crezca la distribución de las drogas, incluido el fentanilo, en el viejo continente.
El propio Antony Blinken, secretario de estado de Estados Unidos, ha advertido a las autoridades de Europa que o ya tienen un problema con drogas como el opioide o pronto lo tendrán.
El columnista de The Economist advierte que la atención médica europea podría no ser suficiente defensa contra la amenaza del fentanilo, pues Canadá también tiene un sistema de salud semejante y ya es víctima del opioide.
Aunque en el viejo continente se tiene la ventaja de que ya se conocen las consecuencias de la droga y saben lo importante que es tomar medidas preventivas, por lo que las autoridades vigilan las aguas residuales en busca de la sustancia, lo que se encuentra rápidamente se elimina y los médicos no recetan analgésicos adictivos de manera innecesaria.