Nacional

DROGAS

Consumo de cristal: Un problema de salud pública 'invisible' entre hombres gays y bisexuales

El consumo de cristal entre hombres gays y bisexuales de México ha incrementado. Tanto que ha provocado una "pandemia" que no han atendido las instituciones públicas y las ONG han suplido su labor.

El consumo de cristal durante encuentros sexuales es frecuente entre hombres gays y bisexuales.Créditos: Daniela Mena/ Grupo Fórmula.
Escrito en NACIONAL el

Un emoji de diamante o un anillo es el símbolo que utilizan hombres gays y bisexuales en Grindr, aplicación de citas, para indicar que les gusta tener encuentros sexuales bajo los efectos del cristal, un tipo de metanfetamina.

Al consumo de cualquier tipo de droga durante encuentros sexuales para incrementar el placer se le conoce como chemsex, de acuerdo con la sexóloga Verónica Maza.

El consumo de cristal durante encuentros sexuales se ha popularizado y ha incrementado entre los hombres gays y bisexuales, no es exclusiva de Grindr; sin embargo, ha generado un problema de salud pública del que no se habla y que las instituciones de salud no han abordado.

“Cuando hablamos de chemsex podemos hablar de diferentes sustancias, pero también tenemos que hablar precisamente que una de las más utilizadas y de las que genera mayores posibilidades de convertirse en un consumo problemático es el crystal meth por las propias características de la misma sustancia es que se convierte en una droga ideal para este tipo de situaciones. Uno porque es barata, en comparación de otras drogas que también podrían ser estimulantes y hay una gran diversidad de como se puede consumir”, explicó Carlos Ahedo, coordinador del programa Salud Positiva de Yaaj.

El activista detalló en entrevista con Grupo Fórmula que hay distintos tipos de consumo: recreativo, social, controlado y problemático. El último es el que genera preocupación.

“El consumo problemático es cuando la persona que consume empieza a tener afectaciones psicosociales, es decir que su cuerpo se ve afectado significativamente por las sustancias también en cómo se siente, cómo se vive y todos los procesos psicológicos que consideramos dentro del aspecto de la normalidad y los sociales principalmente cuando empieza a haber pérdida del empleo, alejamiento familiar”, añadió.

Este tipo de consumo tiene un impacto negativo en todas las esferas de una persona y afecta su calidad de vida, aunque no todas las personas que consumen drogas tienen un consumo problemático, según Ahedo.

“Hay diferentes factores desde diferentes determinantes sociales que hacen que unas personas sean más vulnerables a engancharse de una manera negativa con las sustancias”, destacó.

Además, el cristal se puede fumar, tomar, inyectar e incluso se puede diluir en agua para posteriormente colocarlo en un enema e introducirlo al cuerpo para que se absorba por las mucosas.

Es una droga de fácil acceso, ya que suele estar disponible y es barata. En este sentido, un usuario de Grindr relató a este medio de comunicación que notó que la cantidad de hombres gays o bisexuales que consumen cristal durante los encuentros sexuales varían por zona.

Este tipo de droga genera una sensación de placer inmediata que se conoce como rush, aumenta la serotonina y eso incide en el ámbito sexual. Por estas características es una de las drogas más utilizadas para el chemsex, de acuerdo con el coordinador de Salud Positiva, pero también 

Consumo de cristal ha generado "una pandemia" de consumo problemático

No existen cifras en las instituciones públicas que permitan conocer cuántas personas consumen cristal en México y menos tener un estimado de cuántos hombres gays o bisexuales cayeron en un consumo problemático. Por lo que las asociaciones tampoco disponen de un registro para dimensionar la problemática.

Carlos Ahedo explicó que por lo que han observado en Yaaj hay una pandemia de consumo problemático e indicó que las personas en riesgo de caer en éste son hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, quienes pertenecen a grupos vulnerables y no cuentan con herramientas como lazos familiares fuertes, así como aquellas que enffrentan un abandono institucional.

“De hecho es preocupante que de los casos que atendemos o de los casos que vinculamos prácticamente todos tienen un consumo problemático, por eso se acercan a las organizaciones civiles. Mientras no sea un consumo problemático aparentemente existe desde el ocultamiento, desde la parte de no hacerlo visible y es muy difícil que los podamos acompañar”, destacó.

El activista consideró que por eso es necesario eliminar el estigma, la criminalización, patologización de los consumidores para que se acerquen a las instituciones y puedan acompañarles con un enfoque de reducción de riesgos y daños antes de que se convierta en un consumo problemático. 

De esta manera podrían tener un impacto directo en la disminución de casos de consumo problemático y prevenir que otros hombres gays o bisexuales lleguen a este punto. No obstante predominan los enfoques prohibicionistas.

“Yo creo que podemos recordar todos estos spots televisivos y de radio y de imágenes digitales que hablan sobre el consumo de sustancias prácticamente dicen que el consumidor va a destruir a su familia y a la sociedad, que se va a destruir a sí mismos y entonces lo que esto genera es un imaginario colectivo de criminalidad, de enfermedad, de riesgo hacia el consumidor y entonces esta persona al tener ese imaginario colectivo no es capaz de expresarlo con sus grupos cercanos ni siquiera con sus redes el apoyo cercanas”, sostuvo.

 

El año pasado 167 mil 905 personas demandaron tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas en la Red Nacional de Atención a las Adicciones; de las cuales el 83.7 por ciento eran hombres y 16.3 por ciento mujeres, según el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas.

La dependencia detalló que las sustancias que provocaron mayor demanda de tratamiento fueron los estimulantes de tipo anfetamínico, con 46.2 por ciento de los casos. Este grupo incluye a las anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes.

La demanda de tratamiento por consumo de estimulantes de tipo anfetamínico incrementó en 218 por ciento de 2017 a 2022.

Estos son los únicos datos de consumo de drogas disponibles, ya que la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco se realizó en 2016 y se va a actualizar hasta el próximo año. Como podemos observar la información es general y no se aportan datos para desglosar la información por edad u orientación sexual, por ejemplo.

Consumo de cristal entre hombres gays y bisexuales, un problema invisibilizado

Los hombres gays o bisexuales que ya tienen un consumo problemático tienen la necesidad de expandir sus redes comunitarios que se están relacionadas con la adicción al cristal. Lo que puede exponerlos a redes criminales.

Asimismo, expuso que sí hay casos de hombres gays o bisexuales que fallecieron a causa del consumo del cristal, pero es un factor concomitante porque muchas veces no es la causa principal de muerte. 

Por ejemplo, en algunos casos hay quienes tenían VIH y por el consumo problemático de crystal meth abandonaron su tratamiento de antirretrovirales, así que la enfermedad se agrava y esa es la causa de muerte principal, pero fue provocada por la droga.

A esto se suman las muertes de personas que se expusieron a redes criminales, suicidios por brotes psicóticos, por contagios de Hepatitis C al usar agujas contaminadas, por punciones mal aplicadas y otras causas.

Carlos Ahedo advirtió que el consumo problemático de crystal meth entre hombres gays y bisexuales ya es un problema grave de salud pública y es necesario atenderlo desde las instituciones públicas en lugar de invisibilizarlo.

“Nos recuerda mucho a la pandemia del VIH, de repente mientras sean los maricas, los morenos, las travestis, los drogadictos, como se les llama, los que se mueran pareciera que no existe una problemática y entonces creo que tenemos que empezarlo a enunciar más. Estamos frente a una situación grave y tenemos que actuar con todas las acciones que podamos”, resaltó.

Para el coordinador del programa de Salud Positiva de Yaaj es importante atenderlo con un enfoque comunitario,  desde la educación y realizar un trabajo transectorial para establecer cómo abordar esta problemática que “está latente y creciente en nuestro país”.

La mayoría de la información sin estigmas viene de los colectivos de personas que ya consumen sustancias, agregó Carlos Ahedo, así que se comparte desde la paridad y desde la información que les hubiera gustado tener.

“Parte de nuestro programa es recopilar esos saberes comunitarios, esas medidas innovadoras que las instituciones no están haciendo para nosotros poderlo implementar desde el proceso comunitario porque si las organizaciones civiles hacemos exactamente lo mismo que las instituciones que es criminalizar, estaremos ignorando el territorio, ignorando los determinantes sociales, eliminando todos otros factores que llevan una persona a tener un consumo problemático de algunas sustancia”, apuntó.

En caso de que requieras más información, asesoría o ayuda puedes acercarte a Yaaj México. Puedes contactar a la organización a través de cualquiera de sus redes sociales o aquí.