La llegada del huracán “Otis” a Guerrero no sólo devastó la costera de Acapulco, sino que dejó sin electricidad y conectividad terrestre a varias zonas del estado. Por horas, el contacto con la población y autoridades fue casi nulo y, no fue hasta un día después, que pudo darse a conocer un reporte oficial de 27 personas muertas y 4 desaparecidas.
Los daños fueron múltiples, por lo que el gobierno se vio obligado a desplegar equipos operativos que consistieron en 10 mil elementos del Plan DN-III y Marina, además de equipos operativos de diferentes corporaciones como la Secretaría de Seguridad, Protección Civil, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entre otras dependencias.
El pasado 25 de octubre, el huracán "Otis" tocó tierra en Acapulco, Guerrero, como categoría 5. El evento fue sorpresivo, pues los pronósticos días antes no predecían ese escenario y el fenómeno natural paso de ser una tormenta tropical al nivel máximo de los ciclones en menos de 12 horas.
Los daños del huracán “Otis”
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El impacto de “Otis” ocasionó 6 cierres carreteros, uno de ellos en la autopista México-Acapulco, además de otros cinco en la carretera federal Chilpancingo Acapulco.
Dos hospitales fueron dañados de forma importante, el Hospital Regional No. 1 de Acapulco y el Hospital General Renacimiento, mientras el sector aeroportuario cesó operaciones hasta nuevo aviso “por daños en la torre de control, área de mostradores y vías de acceso”, señala el reporte oficial de las autoridades.
Los fuertes vientos lesionaron la electricidad en Guerrero afectando 58 torres de alta tensión, 37 líneas de transmisión, 26 subestaciones y una central de generación de 30 MW. Esto dejó en total a 504 mil usuarios sin suministro eléctrico, del cual se restableció ya un 40 por ciento, lo equivalente a 202 mil usuarios.
Finalmente, la costera de Acapulco sufrió una fuerte embestida del huracán, al grado que el 80 por ciento de los hoteles resultaron afectados, dejando a más de mil turistas varados en este destino y a espera de volver a sus lugares de origen con apoyo de las autoridades. Además de que 27 sensores de alerta sísmica sufrieron daños en la catástrofe.
Aunque el huracán ya se alejó de Guerrero, las secuelas de este fenómeno natural han dejado miles de damnificados y desató saqueos a tiendas de conveniencia en varias zonas del estado.