El huracán “Otis” causó una de las peores devastaciones en el puerto de Acapulco, Guerrero, y aunque cifras oficiales señalan que el impacto del fenómeno meteorológico provocó la muerte de 27 personas y cuatro desaparecidos, testimonios apuntan a que las cifras podrían duplicarse.
De acuerdo con lo relatado por Ricardo Castillo, periodista de la agencia Quadratín Guerrero a José Cárdenas para Radio Fórmula, durante sus recorridos por la costa pudo observar personas sin vida tiradas en las calles sin ser reconocidas por sus familiares y sin que las fuerzas de seguridad levantaran los cuerpos.
“Hay cuerpos tirados en las calles. Yo mismo he visto un cuerpo que nadie recoge, a pesar de que han pasado por ahí soldados constantemente, policías y rescatistas de Ciudad de la México”, relató.
Según el comunicador, el cuerpo se encontraba “exactamente al pie de la estatua de Tin Tan rumbo a Caleta en el fraccionamiento Las Playas, muy cerca del condominio Los Cocos. Parece ser que es un turista extranjero, dicen que es un canadiense, su cuerpo está arriba de un camellón se ve completamente blanco y se le ven unos zapatos que utilizan para ir a la playa, está tapado por algunas toallas que le han puesto encima”.
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Desafortunadamente esa no sería la única víctima que cobró el huracán Otis, pues según testigos, personas que habitaban un edificio salieron volando por las ventanas, luego de que los fuertes vientos del fenómeno meteorológico los impactaran, mismos que alcanzaron los 300 kilómetros por hora (km/h).
“Y como ese hay muchos cadáveres, hay un edificio del que se dice que hubo muchas personas que volaron porque el aire entró por las ventanas, se las llevó, y en la parte trasera de los departamentos el aire buscó cómo salir y abrió prácticamente las paredes de block. Hay mucha gente desaparecida, no hay una sola embarcación en Acapulco, no hay un solo yate de recreo, ninguna lancha. Todo ese Acapulco que todo mundo conoce no existe en estos momentos”, agregó.
“Huracán Otis, igual que un sismo”: periodista
Para comprender mejor cómo se sintió el impacto de Otis, el cual tocó tierra como huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, Ricardo Castillo lo describió como un fuerte sismo que duró cerca de dos horas, el cual dejó daños incuantificables.
“En Acapulco no hay una sola vivienda que no tenga afectación, si la gobernadora ha dicho que el 80 por ciento de la planta hotelera está afectada, el 100 por ciento de las casas están severamente afectadas. Estamos padeciendo una verdadera catástrofe en Acapulco”, dijo.
Y es que las calles quedaron completamente destrozadas, hay postes de luz tapando el paso de la costera, hay escombros, láminas, incluso la crisis ha provocado una situación fuera de control debido a que no hay autoridad.
“Todas las calles están llenas de gente que están saqueando todas las tiendas como una manera de supervivencia. No hay agua potable, no hay luz, no hay comida. Hay un panorama verdaderamente desolador (…) no hay una sola ventana que haya quedado en pie, de 10 automóviles, nueve tienen daños en los parabrisas, algunos volaron”, concluyó.