Este 2 de octubre se cumple un año más de la matanza de Tlatelolco, pero, a 55 años de esta tragedia, los testimonios de la masacre aún dan rastro del brutal ataque que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz perpetró en contra de los estudiantes en la Ciudad de México.
Ese día, centenas de personas se congregaron en la Plaza de las Tres Culturas para un mitin por la movilización estudiantil que inició tres meses antes. Para ser exactos, el 22 de julio de 1968, cuando granaderos y policías usaron la fuerza para disolver una pelea entre estudiantes de la Preparatoria Isaac Ochoterena, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y algunas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Para el 2 de octubre de 1968, mientras jóvenes, estudiantes y profesores se encontraban en la Plaza, elementos militares cercaron los alrededores en el preludio de una emboscada sin precedentes en la historia de México. Eran las 18:00 horas y en el lugar se encontraba el profesor universitario Fausto Trejo Fuentes, quien escuchaba a los oradores que hablaban desde el edificio Chihuahua.
Una luz y la masacre de estudiantes
Sobre la plaza voló un helicóptero que soltó unas bengalas, relató el maestro en el documental "Masacre de Tlatelolco", un anunció desconocido para los estudiantes, pero que permitía a los militares disparar en contra de civiles congregados en Tlatelolco. Los elementos cercaron dos de las tres posibles salidad, obligando a los presentes a correr en una sola dirección cuando comenzaron a disparar.
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“Arriba del edificio Chihuahua aparecieron bastantes metralletas a dispararle al contingente que estábamos aquí”, relató. "Era una cosa terrible, la gente corría para todos lados, caían muertos, la gente tropezaba con los muertos".
La gente comenzó a correr hacia todos lados, mientras los militares arremetían contra los asistentes en la Plaza de las Tres Culturas. De acuerdo con Trejo Fuentes, en los intentos de escapar él quedó debajo de un asta y las piernas no le respondían.
“Un muchacho se me acerca y me dice: ‘maestro, maestro vámonos que si lo ven lo matan”, señaló.
En ese momento, frente a sus ojos, una bala le quitó la vida al joven que tenía en frente y lo vio caer. Trejo logró sobrevivir a las balas, pero, hasta la producción de 2008, recordaba los detalles de ese momento y el lugar exacto donde intentaron salvarle la vida.
Como su experiencia existe muchas otras, el Archivo General de la Nación estima que “las víctimas de aquella noche fueron en su mayoría estudiantes y civiles” contemplando muertos, heridos y detenidos en plena Plaza de las Tren Culturas.