Para abordar la grave sequía que afecta a 111 de los 113 municipios de Michoacán, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla puso en marcha el Plan Hídrico de Mitigación. Este fenómeno ha impactado particularmente a más de 59 mil hectáreas de cultivos, principalmente maíz y sorgo, este año.
El estado se enfrenta a una de las crisis más significativas de su historia debido al cambio climático y la perturbación de los ciclos hidrológicos, según afirmó el gobernador. Por lo tanto, el gobierno estatal invertirá en la perforación de pozos, la mejora de las redes de distribución, la construcción de plantas potabilizadoras y de tratamiento de aguas residuales, y proporcionará apoyo a los productores agrícolas y ganaderos.
Infraestructura hídrica
Ramírez Bedolla enfatizó que para el año 2024, el 25 por ciento del Fondo de Aportaciones Estatales para la Infraestructura de los Servicios Públicos Municipales (Faeispum), que equivale a 375 millones de pesos, se asignará a la construcción de infraestructura hídrica.
Con el objetivo de mitigar esta situación que afecta a la mayoría del territorio michoacano, así como a otras áreas, especialmente en el norte del país, el gobernador indicó que esta declaración de emergencia por sequía busca obtener un reconocimiento similar por parte del Gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), declarándola como una Zona de Desastre Hídrico.
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Desafíos por el cambio climático
El gobernador explicó que se establecerán comités por cuencas para identificar las acciones específicas que se llevarán a cabo en cada región para hacer frente a los desafíos ocasionados por el cambio climático.
Además, este plan de emergencia contempla la ampliación de las áreas protegidas, con la meta de alcanzar una extensión de hasta 200 mil hectáreas el próximo año.