Para poder adquirir una vivienda en México una persona podría tardar hasta más de 40 años según el porcentaje de su ingreso laboral que invierta en el domicilio, dio a conocer el Reporte Anual de Vivienda 2023 del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit),
Este reporte informó que, con el panorama del segundo trimestre de 2023, un mexicano con ingreso mediano tardaría 40.8 años en comprar una vivienda si invierte el 20 por ciento de su ingreso laboral anualizado. Esto sin contar intereses hipotecarios ni gastos de trámite y con un precio mediano de vivienda de 926 mil pesos, según la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
Sin embargo, el tiempo de adquisición se reduce en la medida que el porcentaje invertido incrementa. Es decir, en el escenario que una persona invierta el 30 por ciento de su ingreso, tardará hasta 27.2 años en adquirir el domicilio, mientras que al dar el 40 por ciento, los años bajan a 20.4.
Para realizar los cálculos, el Infonavit tomó en cuenta tanto los datos del SHF como el promedio de ingreso mensual de una persona con empleo formal establecido en la Encuesta Nacional de Empleo (ENOE), datos con los que calculó los tres escenarios anteriores.
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Los años de adquisición se redujeron en respecto al 2022, según el reporte. Por mencionar un caso, entre el segundo trimestre de 2022 y 2023, quienes destinan el 30 por ciento de su ingreso anualizado pasaron 28.5 a 27.2 años en conseguir el domicilio, es decir un tiempo 4.4 por ciento más bajo.
La mejora en el 2023 fue adjudicada por Infonavit “al incremento en los ingresos laborales corrientes (un 10.0 por ciento en comparación con el segundo trimestre de 2022)”.
Precio a la vivienda sube en 2023
Aunque los años de adquisición disminuyeron, este no fue el mismo escenario para los precios de la vivienda, pues se incrementaron en un 11.5 por ciento durante el segundo trimestre de 2023, lo que habría limitado la capacidad para obtener un domicilio. Además de que:
“Esto implicó que el precio mediano de la vivienda creciera a un valor de 926 mil pesos. Este índice de precios de la vivienda ha crecido más aceleradamente que los precios generales al consumidor (que, generalmente suelen reflejar la inflación en una economía) y mantienen un valor por encima del crecimiento de costos en la producción residencial”, se lee en el análisis.
La brecha de crecimiento entre los precios al consumidor y la vivienda es de 24 puntos porcentuales al compararse con los datos de 2018, además de que “el crecimiento de los costos de la producción podría estar empujando a un crecimiento significativo de los precios”, señaló el reporte en relación a la brecha de costos de producción residencial con los del consumidor de 7.5 puntos y un crecimiento anual compuesto de 7.2 por ciento.