Culiacán vive un episodio de tensión. Las Fuerzas Armadas capturaron sin aviso público a Ovidio Guzmán, hijo del narcotráficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Sin embargo, como sucedió hace casi 4 años, una ola de violencia se desató en Sinaloa y obligó al gobernador Rubén Rocha Moya a pedir que nadie saliera a las calles.
“El Culiacanazo” o “Jueves Negro”, como se le conoce al primer intento de captura del “Ratón”, ha perseguido por años al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que hoy ha conseguido “sacarse una espina que tenía clavada” desde entonces, según el especialista de seguridad, David Saucedo.
Aunque perder a Ovidio es un golpe significativo para el cártel, los expertos consideran que grandes líderes silenciosos como Ismael “El Mayo” Zambada y Archivaldo Guzmán Salazar mantendrán el control de sus dominios. “Si alguien beneficiaría, yo creo, en todo caso es a la facción del ‘Mayo’ Zambada”, comentó Carlos Matienzo, investigador de la consultora Data Int.
Un vasto imperio: la reestructura del Cártel de Sinaloa tras la aprehensión de Ovidio Guzmán
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, catalogó a Ovidio Guzmán como líder de la fracción "Los Menores", afín también al Cártel del Pacífico. Sin embargo, dentro de un grupo criminal como lo es el Cártel de Sinaloa la estructura tenderá a moverse poco o nada por ser la captura una posibilidad ya contemplada dentro de la organización.
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Saucedo aseguró que “la estructura se mantiene”. Por un lado, “El Mayo” Zambada al frente de la facción que dirige y por el otro el mayor de los hermanos Guzmán: Iván Archivaldo Salazar, identificado como un alto miembro del cártel y un objetivo prioritario de la DEA desde 2018.
“Archivaldo tendrá a su cargo la conducción del Cártel de Sinaloa, bajo el control de ‘Los Chapitos’”, aseguró Saucedo. “Ellos ya tenían prevista esta posibilidad de que hubiera la captura de alguno de ellos y, ante esa eventualidad, rápidamente reorganizarse para que la captura no incidiera en el narcomenudeo en ninguna de las regiones del vasto imperio del cártel ni en las operaciones de trasiego de drogas hacia los Estados Unidos”.
Por su parte, el investigador de Data Int consideró que más que una repercusión en México la onda expansiva se dirigirá a Estados Unidos. “Yo creo que esa es la principal razón y el objetivo de esta detención”.
El gobierno de AMLO ante la captura de Ovidio Guzmán
La captura del “Ratón” ha tenido ires y venires desde que en 2019 el crimen organizado tomó las calles de Culiacán con lujo de violencia para presionar la liberación del hijo de Ovidio Guzmán. Esta estrategia, señalaron los expertos, es un tipo de “chantaje”, “una reacción con el hígado” de las organizaciones criminales que pretende tener un impacto mediático que aterrorice a la población y a las autoridades.
Sin embargo, eso no puede dejar de lado que, como señala Matienzo, esta captura “es muy relevante no solo por ser hijo del “Chapo”, sino por lo simbólico del operativo fallido” hace casi cuatro años.
Pese a que mucho se ha especulado sobre si esta detención y la de Caro Quintero, “El Jefe de Jefes”, tienen lugar justo antes de importantes reuniones internacionales, los especialistas no ven una coincidencia real.
Los operativos de este tipo cuentan con tres fases principales: localización, captura y operativo de extracción, siendo esta última parte la que falló aquel 17 de octubre de 2019. “En la ocasión anterior lo que falló fue el operativo de extracción (...) pero en esta coyuntura me parece que todo funciona bien”, concluyó el especialista en seguridad sobre el caso de Ovidio Guzmán.