En Cancún, Quintana Roo, los taxistas mantienen una serie de manifestaciones en contra de los operadores de Uber, debido que dicha empresa obtuvo un amparo que le permite operar sin la necesidad de una concesión en todo el estado. Este lunes, varios taxistas fueron retirados de las inmediaciones del aeropuerto.
De acuerdo con las autoridades de Quintana Roo fueron retirados taxistas de las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún, además de que la zona es resguardada por 150 agentes de diferentes corporaciones federales como: la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina y Armada de México (Semar) y la Guardia Nacional (GN).
Asimismo, las autoridades locales anunciaron una serie de medidas para restablecer el orden en las inmediaciones de la terminal área: se instaló una mesa de seguridad para incrementar el estado de fuerza, se desarmó al personal y se colocaron equipos antimotines y se utilizaron unidades de la fuerza pública para el traslado de los turistas.
Una de las medidas para evitar que el tránsito colapsara fue usar el retorno de la glorieta del Fonatur; de igual modo se han desplegado 30 unidades, dos autobuses, una van y hasta siete grúas. "En este momento ya se encuentra normalizando el tráfico en ambas vialidades", anunció la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Quintana Roo. a través de Twitter.
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Gracias a la resolución que emitió el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, Uber puede operar sin la necesidad de una concesión, lo que ha causado roces con los taxistas locales: el pasado 22 de enero, cuatro taxistas fueron detenidos en los alrededores de la zona hotelera tras alterar el orden público.
Los conatos de bronca entre los taxistas y los choferes de Uber no han pasado desapercibidos para la embajada de los Estados Unidos, órgano que ya emitió una alerta de viaje durante este lunes. Entre las recomendaciones que hicieron a los turistas estadounidenses fue ser conscientes de la situación, mantener un perfil bajo y llamar al 911 ante cualquier inconveniente.
Uber llegó a Quintana Roo en 2015, pero desde entonces ha tenido trabas para operar: en 2018, la Ley de Movilidad estableció que las plataformas como Uber eran transporte público y debían contar con una concesión para poder circular, esto se sumó a las presiones ejercidas por los sindicatos de taxistas.
No obstante, desde 2019, Uber argumentó que su modelo de transporte es privado y no necesita de una concesión. Todo se resolvió a favor de la empresa, pero ahora los taxistas protestan ante lo que consideran condiciones inequitativas, pues ellos "sí pagan impuestos", afirmaron.