La entrada en vigor del Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco ha generado incertidumbre entre restauranteros y comensales por aquellas normas que prohíben el consumo de alimentos y bebidas en áreas para fumadores u ofrecerle servicio a quienes fumen cigarros en esos establecimientos.
El decreto que entró en vigor este 16 de enero señala en su artículo 65 Bis que no se podrá consumir o encender tabaco o productos con nicotina en "zonas de concurrencia colectiva", entre ellas, "lugares de consumo o servicio de alimentos o bebidas".
Los restauranteros consideran que este será un fuerte golpe a su operación, pues si alguna persona se opone, tendrán que negarle el servicio, pese a que los fumadores forman parte de sus mejores clientes.
“La gente que fuma es la gente que consume mucho más tiempo en el restaurante, le gusta tomar sobre todo la sobremesa”, dijo Ernesto Viruell, gerente del restaurante Guzina Oaxaca a Grupo Fórmula.
En este sentido, este y otros encargados de restaurantes señalan que la inversión que han hecho por años para las áreas para fumadores podría verse afectada con los nuevos parámetros, los cuales establecen que esta zona debe estar “separada e incomunicada” de otros espacios donde no se consuman cigarros.
“Yo no sé quién hace las leyes” reclamó Lorenzo Gaeta, encargado del restaurante Mulligan’s en Polanco. “Es gente que nunca ha trabajado en restaurantes y no invita a la industria restaurantera a que tome voz”, señaló al finalizar pláticas y juntas con comensales y personal del famoso bar de golf.
¿Qué pasará con los fumadores en restaurantes?
A partir de este domingo, los comensales tienen que dejar de fumar en sus mesas al interior restaurante para ir a un área ajena a este a consumir su cigarro.
Esta área, si está al aire libre, deberá ser mayor al 10 por ciento de la superficie destinada para el servicio de comedor, sin considerar cocina, zona de preparación de bebidas, equipos de sonido, sanitarios o estacionamientos.
En caso de no tener un lugar con estas características, los clientes tendrán que fumar a una distancia perimetral de 10 metros, señala el decreto. Eso equivale a que te alejes unos 12 pasos del lugar.
El espacio debe tener señalización visible que prohíba la entrada a menores de edad y muestre “advertencias sanitarias gráficas sobre los efectos y daños en la salud”, incluso para las personas gestantes, de la tercera edad o con enfermedades crónicas.
Adiós, cigarros: así reaccionan los clientes
Desde el primer día de aplicación, los restauranteros reportan molestia e inconformidad de sus clientes por estas medidas. “Me preocupa porque los clientes a veces no están al 100 por ciento de acuerdo con las leyes y hacen caso omiso. Nos va a tocar decirles a nosotros”, aseguró Heriberto, gerente de un restaurante en Masaryk.
Las autoridades mexicanas estipularon que en caso de que un cliente fume al interior del local el personal debe: pedirle que apague su cigarro, vapeador o producto con nicotina; si no lo hace, solicitarle que pase a la zona específica para su consumo y, en el extremo de una nueva negativa, el comercio deberá “negarle el servicio y/o buscar la asistencia de la autoridad correspondiente”.
Los nuevos lineamientos han molestado también a los clientes de Viruell, quién invirtió fuertes cantidades de dinero cuando “se les presionó” por tener áreas para fumadores.
“Tengo muchos clientes que fuman y que normalmente se quedan en la terraza, se invirtió muchísimo dinero para tener esos lugares para proteger a sus clientes y ahora la inversión ya valió”, dijo.
Por otro lado, el encargado de Mulligan’s señaló una reacción poco favorable de sus clientes. “Los clientes se han enterado de que esta nueva ley entró en vigor”, señaló. “Están mentalizados para esta situación, pero para ellos también es bastante incómodo porque es un golpe para su libertad”.
Los tres encargados de restaurantes coinciden en que las nuevas normativas contra los cigarros obstaculizan el funcionamiento de sus negocios. Sin embargo, buscarán ampararse para que sus clientes sigan disfrutando de sus espacios para fumar.