La cantina "La Polar", ubicada en la alcaldía de Cuauhtémoc de la Ciudad de México, sigue en el ojo del huracán tras viralizarse el video de un asesinato a manos de los trabajadores del lugar. A días de lo sucedido, un exempleado del restaurante confirmó a Radio Fórmula que las agresiones a clientes, tratar de colar en la cuenta productos no consumidos y el cobro para poder trabajar eran prácticas comunes.
Juan, quien prefirió mantener su anonimato por temor a represalias, trabajó tres meses de 2020 en las sucursales de CDMX y Satélite como parte de uno de los 12 o 13 grupos musicales que amenizan el lugar.
Contó que, en aquel entonces, los grupos de mariachi que tocaban en las diferentes salas del local debían dar 12 mil pesos para poder trabajar; mientras los norteños pagaban 8 mil por presentarse.
“Nosotros cobrábamos 120 pesos la canción, pero el establecimiento ponía la tarifa”, agregó. “Si tocábamos una hora, teníamos que dar cierta mochada a los capitanes”, recordó. Señaló que también debían pagar cinco pesos por usar el baño del establecimiento.
Golpizas cada semana, una constante en 'La Polar'
La muerte de Antonio Monroy en La Polar ha marcado al restaurante donde grandes figuras como Lupillo Rivera, Pablo Montero y Germán Lizárraga se presentaron para el 88 aniversario en mayo pasado. Después del video, decenas de comensales denunciaron haber tenido experiencias similares con meseros y personal de seguridad.
Juan confirma que las agresiones a comensales nunca fueron algo extraordinario. “No es la primera vez que sacan así, golpeados a comensales”, dijo. “Sí, hay comensales que se ponen pesados, pero siempre ha sido por lo mismo de que las cuentas no cuadran porque los meseros les metían cosas de más”.
En este sentido, el extrabajador de La Polar negó que las riñas fueran por una imposición de propinas, aunque aclaró que quienes golpean a los clientes no son los meseros, sino el personal de seguridad privada del lugar.
“Era una práctica muy común golpear a los comensales. Eran cosas de viernes, sábados y hasta domingos también siempre salía alguien golpeado”, contó.
Estas riñas, aseguró, comenzaban por la inconformidad de los clientes ante las cuentas desfasadas o incluso por un conflicto entre comensales donde “si tenían un favoritismo, pues le echaban la la mano al más conocido y golpeaban con el que tuvo bronca”.
Malas condiciones laborales
Aunque se ganara bien, Juan recuerda que las condiciones laborales no eran buenas para él y sus compañeros. No contaban con prestaciones ni comida, algo que a la larga hizo que varios inconformes fueran despedidos. “Algunos músicos llegaron a demandar a la dueña”, reveló.
En medio de la exigencia de justicia, cientos de personas han manifestado su inconformidad y exigen el cierre del establecimiento. Por otra parte, “La Polar” manifestó su intención de apoyar a las autoridades a resolver este caso y esclarecer los hechos que le quitaron la vida a Antonio Monroy, el cliente que murió a golpes en sus instalaciones.