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VIOLENCIA DE GÉNERO

Acoso digital: la guía maestra para protegerte en internet

El acoso digital es una de las formas de violencia digital y afecta más a mujeres que a hombres, según el Inegi. Aunque ninguna persona está exenta de ser víctima, se pueden realizar algunas acciones para prevenirlo.

En 2021 hubo 9.7 millones de mujeres que fueron víctimas de acoso digital, de acuerdo con el Inegi.Créditos: Juan Carlos García/Grupo Fórmula.
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El acoso digital es una forma de violencia digital y es cuando una persona tiene conductas de carácter reiterado, no solicitado, hacia otra persona mediante el uso de plataformas. Las cuales pueden resultar molestas, perturbadoras e intimidantes, de acuerdo con Mariel Domínguez, corresponsal de la Línea de Apoyo de Luchadoras.

De las personas usuarias de internet mayores de 12 años que reportaron haber sido víctimas de este tipo de violencia, 9.7 millones eran mujeres y 8 millones hombres, de acuerdo con el Módulo sobre Ciberacoso 2021 de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de Información y la Comunicación en Hogares.

Las mujeres que más sufrieron acoso digital fueron las que tenían entre 12 a 19 años, con 29.9 por ciento, y las que tenían de 20 a 29 años, con 30.1 por ciento.

Mariel Domínguez dijo a Grupo Fórmula que algunos tipos de acoso digital son el acecho, ataques organizados de insultos o mensajes reiterativos de una persona, ya sea conocida o extraña; así como el envío de contenido íntimo no solicitado.

La encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que el contacto mediante identidades falsas fue la forma más frecuente de acoso digital entre las mujeres, pues 36.7 por ciento de las víctimas reportó este tipo de violencia digital.

En segundo lugar están los mensajes ofensivos, con 32.9 por ciento; seguido por las insinuaciones o propuestas sexuales, con 32.3 por ciento, y recibir contenido sexual sin consentimiento, con 32.1 por ciento.

¿El acoso digital se puede prevenir?

Todas las personas pueden ser víctimas de violencia digital y por eso es importante tener hábitos de seguridad digital, destacó Montserrat López, cofundadora de la organización Hijas de Internet.

Algunas recomendaciones que dio son:

  • Evaluar la privacidad de las cuentas en redes sociales. Si son públicos, evitar compartir información personal que pueda ponerles en peligro o hacerlos privados.
  • Activar la verificación de 2 pasos en todas las cuentas. De esa forma las plataformas digitales no sólo te pedirán tu contraseña para iniciar sesión, sino que te enviarán un correo de confirmación o un mensaje de texto.
  • Tener contraseñas seguras, con más de 15 caracteres que no se repiten, distinta para cada cuenta y no almacenarlas en dispositivos. En todo caso usar administradores de contraseñas y evitar compartirlas.

“Mucha de la violencia digital que se da, sobre todo por razones de género, está relacionada con violencia de pareja. Entonces es importante identificar que las contraseñas son de nosotras y no tenemos porque compartirlas”, sostuvo.

Luchadoras también recomienda evitar abrir links sospechosos o podrían ser víctimas de phishing o de un engaño para proporcionar información personal a personas desconocidas.

Asimismo, es importante verificar cuáles son los dispositivos están vinculados a las cuenta y activar las alertas de inicio de sesión para que las plataformas envíen una notificación cuando intenten acceder.

Igualmente es necesario usar aplicaciones de mensajería que permitan cifrar los mensajes de extremo a extremo y usar navegadores más seguros, como DuckDuckGo. Por último, Mariel Domínguez sugirió respaldar la información que guardamos en los dispositivos electrónicos.

¿Qué puedo hacer si soy víctima de acoso digital?

Montserrat López agregó que las medidas anteriores ayudan a prevenir el acoso digital; sin embargo, no eximen a ninguna persona de vivirlo. Por lo que, en caso de sufrir este tipo de violencia digital, el primer paso es que las víctimas sepan que no fue su culpa.

“Siempre hay personas que buscan hacer daño y las motivaciones pueden ser distintas. Entonces es muy importante respirar y no culparnos”, comentó en entrevista.

La cofundadora de Hijas de Internet resaltó la importancia de documentar y recolectar todo lo que pueda servir como evidencia del acoso digital. En este sentido, mencionó que una de las ventajas de las plataformas digitales es que hay “rastro” de lo que sucede.

Así que hay que guardar capturas de pantalla en donde, de ser posible, se vea la fecha y hora de las publicaciones o los mensajes. Igual que los enlaces de los perfiles de los agresores y documentar las llamadas. Es importante reunir toda la evidencia en una carpeta y respaldarla en una USB o en un disco y tenerla "a la mano".

Una vez que se haya reunido la información, las víctimas pueden bloquear las cuentas de los agresores; pues en algunas plataformas la evidencia se elimina después de realizar esta acción.

Facebook fue la plataforma digital mediante la que el 49 por ciento de las mujeres sufrió acoso digital; seguida por Twitter, con 44.9 por ciento de las víctimas y WhatsApp con 32.2 por ciento.

Esas plataformas digitales tienen normas comunitarias que permiten denunciar acoso digital y otros tipos de violencia digital, como suplantación de identidad.

De igual forma es necesario hablar con personas cercanas para tener contención, según Montserrat López, ya que vivir acoso digital puede resultar abrumador la mayoría de las veces.

Hay varias organizaciones que proporcionan acompañamiento y asesoría a las víctimas para ayudarles a determinar si la violencia digital que están sufriendo tiene efectos penales. Algunas son Luchadoras, Vita Activa, la Red de Abogadas Violeta, Cultivando Género e Hijas de Internet.

Al respecto, Mariel Domínguez subrayó que las víctimas no tienen que abandonar el espacio digital para evitar ser víctimas de violencia digital, porque las plataformas digitales también son suyas y pueden defender el derecho que tienen de estar ahí.

“Muchas deciden hacerlo temporalmente y luego recuperar sus cuentas, pero sí hay que reconocer que ese espacio es nuestro y que podemos defenderlo”, aseguró.

¿Cómo denunciar acoso digital en la Policía Cibernética?

Eduardo Portillo, oficial de la Policía Cibernética de la Ciudad de México, detalló a Grupo Fórmula que las víctimas les pueden contactar al teléfono 5552425100, extensión 5086, o enviarles un correo electrónico a la dirección policia.cibernetica@ssc.cdmx.gob.mx para levantar un reporte o hacer una denuncia.

En caso de que las víctimas no pertenezcan a la capital, las pueden orientar para que conozcan cuál es la dependencia a la que pueden acudir o pueden llamar al Centro Nacional de Atención Ciudadana al 088 y pedir información. La dependencia verificará si la violencia digital que están viviendo está tipificada como un delito o si incluye otro tipo de agresiones.

El oficial indicó que pueden ofrecer asesoría legal a las víctimas para que realicen una denuncia y esta se puede hacer de forma virtual o presencial.

“Nosotros gestionamos que esos perfiles sean dados de baja lo antes posible, hasta en menos de 24 horas gestionar que lo den de baja, pero sí decirle a la persona que hay que bloquear y hay que reportar”, añadió el oficial.

Si la denuncia se hará de forma presencial, les indican la dirección del Ministerio Público al que pueden acudir y es necesario presentar una identificación y la evidencia recopilada. 

La Policía Cibernética cuenta con un micrositio en el que sube alertas preventivas y proporciona información para prevenir. No obstante, no puede intervenir en la investigación, a menos que lo solicite la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.

¿Por qué la violencia de género se trasladó a los espacios digitales?

El espacio virtual es una extensión del espacio en el que se replican las dinámicas sociales, como la violencia de género, de acuerdo con Mariel Domínguez. 

Además, la sociedad trasladó su vida al espacio digital con la llegada de la pandemia de COVID-19. Tanto clases y espacios laborales, como reuniones y la convivencia con otras personas.

Un ejemplo fue que algunos hombres tomaban el control de plataformas como Zoom y entraban a reuniones en las que mayoritariamente había mujeres para mostrar contenido sexual o insultarlas.

“Vemos que también el machismo se registra en el espacio virtual y algo que mirábamos en nuestro primer año de interacción es que la violencia digital era de género y sexual”, señaló.

Luchadoras encontró que en muchos de los casos de las víctimas que se acercaron a la colectiva, las exparejas eran los agresores. Por lo que las plataformas digitales se convirtieron en una herramienta para continuar con el acoso digital y agrediéndolas o fue donde empezó y se trasladó al espacio físico.