Chichén Itzá es una de las Maravillas del Mundo y aparece en muchos libros de historia, pero la suya no ha estado exenta de polémicas, pues alguna vez el estadounidense Edward H. Thompson adquirió las tierras por lo equivalente a 300 pesos y luego sus herederos se las vendieron a Fernando Barbachano.
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La propiedad que alberga el vestigio maya fue fuente de controversia en el pasado porque estaba en manos de particulares. La zona total del sitio arqueológico pertenecía a seis particulares y tres comunidades indígenas.
Fernando Barbachano Peón compró los terrenos incluso antes de la existencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Su familia es una de las más conocidas dentro del territorio yucateco y las pirámides no se veían como en la actualidad.
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En ese tiempo, eran un montón de rocas a las que la gente no acudía de forma turística. Sin embargo, la familia Barbachano construyó hoteles por la zona, como el Hacienda Chichén Itzá Resort y el Mayaland, que tiene acceso a las pirámides.
Los terrenos estuvieron años en litigios, pero en 2004 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó que se trataba de una propiedad privada.
En 2007 se analizaban diversas opciones. Una publicación del medio español El País señala que el entonces director del INAH, Alfonso de María y Campos, había afirmado que la expropiación era una posibilidad y que también evaluaban el intercambio de terrenos.
Por su parte, la influyente familia yucateca poseía un total de 59.7 hectáreas que pasaron de Fernando Barbachano a su nieto Hans Thies Barbachano, luego de que el primero falleció en diciembre de 2006.
Thies Barbachano había negado pedir 750 millones de pesos por el terreno, como la prensa de ese momento había publicado, y se dijo abierto a la negociación. En 2010, el gobierno del estado de Yucatán adquirió los terrenos que ocupa la zona arqueológica por medio de un acuerdo histórico que contemplaba la adquisición de las hectáreas que correspondían a la totalidad del vestigio maya y sus alrededores.
¿Cuánto costó Chichén Itzá?
Según la negociación citada por el medio Proceso, Cultur cerró el acuerdo de adquisición con el nieto de Fernando Barbachano, el entonces propietario de los terrenos, en 220 millones de pesos.
Aunque parezca increíble, Chichén Itzá tenía dueños y muchos no se enteraron hasta que ocurrió la negociación.