Gilberto Bosques, mejor conocido como el ‘Schindler mexicano’ es considerado un héroe de la Segunda Guerra Mundial, pero ¿quién es y por qué se ganó este título?
Gilberto Bosques Saldívar fue un maestro, político, periodista y diplomático originario de Chiautla de Tapia, Puebla, que participó en la rebelión de Aquiles Serdán y el movimiento revolucionario.
Además de ser un fuerte contestatario de los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles; y uno de los hombres de confianza de Lázaro Cárdenas; fue precursor del artículo 3 de la Constitución y periodista.
Junto a José Vasconcelos creó la imprenta Aztlán, donde se publicaron La Antorcha, El Gladiador, El Libertador, Sonido 13 y El Machete (publicación oficial del Partido Comunista Mexicano) y fue fundador y jefe de redacción de Economía Nacional, revista mensual de estudios económicos.
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¿Por qué Gilberto Bosques es considerado el 'Schindler Mexicano'?
Gilberto Bosques fue nombrado Cónsul General de México en Francia por Lázaro Cárdenas en 1939, justo cuando la República Española caía ante el franquismo y la segunda guerra mundial comenzaba en Europa.
Debido a las circunstancias, la tarea de Gilberto se concentró en ayudar a los connacionales inmersos en la segunda guerra mundial y extendió su apoyo a los republicanos españoles que huían del franquismo y a los judíos y personas en peligro por la intervención de la Alemania Nazi.
El político mexicano se ofreció a otorgarles residencia y nacionalidad mexicanas; y la afluencia de refugiados fue tal que Bosques tuvo que alquilar dos castillos para convertirlos en centros de asilo mientras arreglaba su salida a México.
Fue así como al final de si gestión, en 1944, Gilberto Bosques había ayudado a más de 40 mil refugiados de distintas nacionalidades y credos a cruzar el Atlántico y escapar de la muerte.
Sin embargo, su apoyo a los refugiados terminó con la ruptura de las relaciones diplomáticas con Francia y con Gilberto Bosques, su esposa, sus tres hijos y 43 de sus colaboradores detenidos en un 'hotel prisión' en el pueblo Bad Godesberg, en Alemania.
A pesar del trago amargo, Gilberto Bosques pudo regresar a México en abril de 1944 y fue recibido por miles de refugiados españoles que lo esperaban en la estación del ferrocarril de la ciudad de México.
Esta labor es lo que ha sido que su nombre resuene a nivel internacional y lo que lo hizo ganarse el título de ' el Schindler mexicano'