El cobro de piso en Jalisco se extiende no sólo a las actividades productivas, sino también alcanzó a la vida espiritual, y no sólo como lo reportó meses atrás el cardenal José Francisco Robles Ortega con la extorsión a ciertos templos, sino que también alcanza a la celebración de fiestas patronales.
En entrevista con Leopoldo Espejel para Grupo Fórmula, el vocero de la diócesis de Guadalajara, Antonio Gutiérrez Montaño, explicó que las presiones de los grupos del crimen organizado alcanzan a los festejo de los santos de la iglesia católica de cada localidad, principalmente en comunidades del norte de la entidad.
"No es que se sienten y se pongan a negociar, sino que las condiciones las ponen los grupos (criminales), porque ellos tienen digamos el mando, ellos tienen la fuerza, ellos tienen el modo de aplicarla y depende de la respuesta que reciben, de la postura del sacerdote. Pero ordinariamente no los confrontan; porque si no, ya estaríamos lamentando alguna situación, alguna tragedia, algo más allá de lo que estamos hablando; pero ellos son los que sin duda ponen las condiciones", denuncio.
De acuerdo con Leopoldo Espejel, los grupos criminales exigen hasta el 50 por ciento de las ganancias recabadas por las fiestas patronales para permitir que se celebren. Esto se da sobre todo en las localidades del norte de la entidad.
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Retenes se fueron de Jalisco tras denuncia de la iglesia
De acuerdo con el vocero de la diócesis de Guadalajara, a raíz de la denuncia pública del cobro de piso a las iglesias en la entidad por parte del cardenal José Francisco Robles Ortega, los retenes que instalaban los grupos criminales en la entidad también se redujeron.
"Sí era cotidiano, hasta que él lo denunció, lo manifestó públicamente; a partir de ahí, de que se hizo un cierto escándalo, alboroto por esa situación, es que esos retenes ya se quitaron", detalló en su entrevista con Leopoldo Espejel.
De acuerdo con la información de los sacerdotes de aquella zona del norte de Jalisco, citada por el reportero de Grupo Fórmula, estos retenes que estaban a la entrada de por lo menos de los municipios Totatiche y Villa Guerrero, pero ya no más.
En su reporte en el espacio de Joaquín López-Dóriga en Grupo Fórmula, Espejel relató además que el vicario fijo de la Vicaría del Sagrado Corazón de Jesús de la Loma, Jalisco, José Luis Segura Barragán, envió una carta al fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y al fiscal del estado, Luis Joaquín Méndez.
En dicha misiva les pidió garantías individuales y la protección de la población de la vicaría a su cargo luego de que 9 hombres armados irrumpieron en la capilla de Zipoco, en el municipio de Santa María del Oro, cuando oficiaba una misa y con improperios y amenazas, quien lideraba el grupo le dijo que quería hablar con él porque el supuesto líder y su gente de origen colombiano controlaban esas tierras.
"Lo anterior sustenta el llamado de la Conferencia del Episcopado Mexicano al gobierno federal para que rectifique su estrategia de seguridad, a la que han calificado de fallida", concluyó Espejel.
El pasado 30 de junio, el periódico Reforma publicó una entrevista con el vocero de la diócesis de Guadalajara, Jalisco, donde dio cuenta del cobro de piso a las iglesias luego de que el arzobispo cardenal Robles Ortega, denunció que en parroquias de la zona norte colindantes con Zacatecas tienen que pedir permiso al jefe de la "plaza" para la celebración de fiestas patronales, así como la entrega de las ganancias.