Si creías que en la actualidad únicamente España y el Reino Unido poseen una “familia real”, te equivocas, pues México también presume de tener la suya e incluso continúan vigentes los herederos de la monarquía mexicana, pero ¿quiénes son?
Los nombres de estos personajes pertenecientes a la realeza son Fernando Leopoldo y Emmanuela Isabela, quienes integran la familia Götzen-Iturbide Franceschi.
Ambos hermanos son hijos del “príncipe imperial” Maximiliano, quien es el descendiente directo del exemperador de México, Agustín de Iturbide, por lo que en la actualidad son los únicos herederos de la monarquía mexicana.
¿Cómo es que en la actualidad existe una “familia real” mexicana?
Para entender el papel de esta familia tenemos que remontarnos a la historia de México, exactamente en el año de 1822 cuando Agustín de Iturbide se proclamó emperador de nuestro país al lado de su esposa Ana María Huarte.
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Sin embargo, apenas unos meses después de su autonombramiento se vio obligado a renunciar al trono tras la presión que ejerció sobre él Antonio López de Santa Anna.
Luego de un año de exilio en Italia, Iturbide regresó a México a fin de prevenir al gobierno sobre los planes de España para reconquistar el territorio, pero debido a que se le declaró traidor, fue fusilado en Padilla, Tamaulipas, el 19 de julio de 1824.
En ese mismo año, su viuda e hijos emigraron a Estados Unidos, al mismo tiempo se estableció un segundo imperio encabezado por Maximiliano de Habsburgo.
Al no tener nietos, Maximiliano adoptó al nieto de Iturbide y su primo, lo que llevó a que se crearan lazos entre ambas familias.
No obstante, Maximiliano de Habsburgo tuvo el mismo desenlace que Agustín de Iturbide, al ser ejecutado por traición a la patria. A partir de este momento, México estableció que no se entregarían más títulos nobiliarios, por ello, la familia del exemperador volvió a abandonar el país tras dejar de ser reconocida.
Tras ello, la nieta de Agustín de Iturbide, María Josepha, se convirtió en cabeza de la familia imperial mexicana en 1925, quien se casó en dos ocasiones y tuvo dos hijas.
De su primer matrimonio ocurrido en Hungría y donde contrajo nupcias con el Barón Johann Nepomuk Tunkl, capitán de caballería del ejército imperial austro-húngaro, nacieron dos hijas, María Ana Tunkl Iturbide, que permaneció soltera, y María Gisela Tunkl Iturbide, quien se casó la primera vez en 1940 con el conde Gustavo Adolfo von Götzen y la segunda ocasión con Ottavio Stefano della Porta en 1959.
María Gisela fue madre del conde Maximiliano Götzen-Iturbide, actual heredero al trono de México, debido a que es el descendiente directo de Agustín de Iturbide.
Posteriormente, Götzen-Iturbide se casó con María Anna de Franceschi, quien desciende de una línea de nobles croatas y venecianos, de su matrimonio nacieron dos hijos, originarios de Australia: Fernando, segundo en la línea de sucesión de la monarquía mexicana, y Emmanuela, nacida en 1998.
Respecto al príncipe Fernando Leopoldo, se sabe que éste fue educado en el exclusivo y prestigioso instituto suizo Le Rosey y en la Universidad de Georgetown, en el caso del primero, en este lugar han estudiado nobles europeos como el rey Juan Carlos I de España; Rainiero III, príncipe de Mónaco, y el príncipe Guillermo, heredero de Luxemburgo.
Actualmente la familia radica en la ciudad de Perth, en Australia, donde siguen siendo reconocidos como legítimos herederos al trono de México; sin embargo, en nuestro país es imposible que se les puedan reconocer sus títulos nobiliarios, ya que por decreto constitucional no se conceden títulos de nobleza, ni prerrogativas y honores hereditarios.