El fundador del Cártel de Guadaajara, Rafael Caro Quintero, acusó actos de tortura y de maltrato en el Penal del Altiplano, con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, por lo que un juez le otorgó una suspensión contra los mismos.
El juzgador, del Juzgado Octavo de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales, con sede en el Estado de México, le concedió la suspensión de plano y oficio para que cesen los actos de tortura en contra de Caro Quintero.
"Con fundamento en los artículos 125 y 126 de la Ley de Amparo, se decreta de plano y oficio la suspensión para que cesen los actos consistentes en la incomunicación, segregación, aislamiento, cautiverio con tormentos físicos y psicológicos, malos tratos, abuso de autoridad, tortura y lesiones que ponen en riesgo la vida de" Caro Quintero, "así como cualquier otro acto prohibido por el artículo 22 constitucional", destaca el expediente 1182/2022.
Por lo que las autoridades correspondientes del penal donde se encuentra el "Narco de narcos" deben cumplir con la suspensión de los referidos maltratos en un plazo no mayor a 24 horas.
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Pero si las autoridades "al rendir su informe correspondiente afirmaren una falsedad o negaren la verdad, en todo o en parte, podrían incurrir en el delito previsto en el artículo 262, fracción III, de la ley de la materia", añade el expediente.
Y es que la defensa de Caro Quintero señaló que su cliente se quejó de los referidos maltratos por parte del personal del Centro Federal de Prevención y Reinserción Social número 1, mejor conocido como Almoloya.
Esta semana, Rafael Caro Quintero ganó un "round" a su favor, pues apenas el lunes una jueza le concedió la suspensión definitiva contra la orden con fines de extradición a Estados Unidos, donde él hubiera sido juzgado.