En el caso Ayotzinapa, el gobierno de Enrique Peña Nieto apostó por hacer cosas repugnantes, como sembrar los restos de un estudiante para justificar la desaparición de los 43 normalistas tras los hechos de Iguala en 2014, porque ni su gobierno ni la sociedad habrían soportado manifestaciones con 43 personas muertas, acusó el columnista Epigmenio Ibarra.
En su intervención semanal en el programa "Por la Mañana" con Ciro Gómez Leyva, insistió en su hipótesis de que el caso Ayotzinapa se trató de un crimen de Estado cometido con la participación de personal de distintas dependencias y con una directriz enviada desde el gobierno.
"Con esa lógica contrainsurgente, prevaleció en el Estado mexicano en 2014 hicieron cosas tan repugnantes como sembrar los restos de un normalista para desaparecer al resto; porque necesitaban, y aquí hay una nota que necesito hacer, necesitaban que no hubiera siquiera ataúdes, porque la sociedad ni el gobierno habrían soportado una manifestación con 43 ataúdes", comentó.
En septiembre próximo se cumplen 8 años del caso Ayotzinapa, ocurrido la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, cuando 43 normalistas de la Escuela Rural Isidro Burgos sufrieron desaparición forzada en Iguala; hechos en los que participaron elementos de las policías municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco, así como personas relacionadas con el grupo criminal Guerreros Unidos.
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Apenas el jueves 18 de agosto, el gobierno de la 4T presentó el Informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, el cual reconoce que no hay indicios de que los estudiantes estén con vida; mientras que acusa que por la intervención de personal de distintas instituciones del gobierno, incluida la supuesta creación de una versión que encubrió los hechos, conocida como la "verdad histórica", se trató de un crimen de Estado.
Desde la perspectiva de Epigmenio Ibarra, la participación de funcionarios de distintos órdenes de gobierno validan la hipótesis de que se trató de un crimen de Estado, además de que desde el propio gobierno de Peña Nieto hubo una negativa a investigarlos.
"Yo digo que la descomposición llegó incluso al propio régimen. La verdad histórica consumió al propio régimen que la creó, lo destruyó, contribuyó a su destrucción", resaltó.
"Ayotzinapa contribuye decisivamente a la derrota del 2018 porque produce un desgaste y exhibe al régimen. La situación de Iguala que se da en muchos otras partes del país, marcaba esta complicidad con el crimen organizado, y marcaba la colusión entre autoridades, agentes ministeriales, policías, militares", comentó.
Si bien en una primera instancia consideró que la decisión de no investigar se debió a un acto de banalidad, después revaloró que se trató de una instrucción desde el poder de proceder de formas "repugnantes".
"Cuando hablo de cosas repugnantes, hablo de una manera de proceder, hablo de hechos probados, de actividades de inteligencia, seguimiento y conceptualización de los estudiantes como el enemigo. Y cuando hablo de contrainsurgencia, hablo de la concepción de Ayotzinapa como un riesgo de la sobrevivencia de un régimen", sostuvo Epigmenio Ibarra.