En México hay más de 100 mil desaparecidos, de acuerdo con datos del gobierno federal. En ese contexto, las niñas, niños y adolescentes se han convertido en buscadores, igual que sus madres y familiares, de acuerdo con el informe Infancia Cuenta en México 2022: Niñez y desapariciones de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
“No sólo son hijos que buscan a sus padres y madres. También buscan a sus tíos, tías, hermanas, hermanos. En un país con más de 100 mil desaparecidos, es sencillo imaginar cuántos hogares vivirán esto”, comentó Tania Ramírez, directora ejecutiva de Redim, durante la presentación del informe.
Además, señaló que no hay censos que permitan conocer cifras sobre las infancias que buscan a las personas desaparecidas junto con sus familias. Sin embargo, estimó que 1 de cada 352 hogares mexicanos podrían estar buscando a un familiar desaparecido.
¿Cómo es ser un niño o niña que busca a sus familiares desaparecidos?
Montse busca a su hermana que desapareció hace 7 años en el Estado de México y relató que decidió sumarse a un colectivo de búsqueda porque fue donde su familia encontró apoyo y empatía; donde se sentían seguros.
“Vivimos en una actualidad en la que falta empatía, la gente piensa que a veces uno exagera. Cuando mi mamá empezó a dar entrevistas, la gente pensó que uno está vendiendo su historia”, expuso.
La joven aseguró que la sociedad señala a las personas que tienen familiares desaparecidos y en lugar de recibir empatía hay morbo.
“Lo decimos, no con el afán de decir: ‘mírenme’, sino para sentir apoyo y acompañamiento”, señaló. En este sentido, añadió que llegó un punto en el que ella prefería no comentar que su hermana está desaparecida.
Montse también mencionó que en el proceso de búsqueda de su hermana les ha tocado lidiar con varias situaciones. En una ocasión se dieron cuenta de que un ingeniero industrial atendía a las asociaciones de búsqueda y en otra, su mamá acudió con el gobernador del Edomex, Alfredo del Mazo, quien le dijo que no estaba en sus manos apoyarla.
Asimismo, agregó que las familias que tienen a un familiar desaparecido suelen desintegrarse porque las madres de familia suelen dedicar la mayor parte de su tiempo a las búsquedas; mientras que los hijos o hijas más grandes asumen el cuidado de sus hermanos.
Por último, Tania Ramírez subrayó la importancia de que las instituciones aborden qué significado tiene el derecho a la búsqueda cuando se trata de niños, niñas y adolescentes.
“Si esto no se habla, no se aborda, no se abren opciones. ¿Cómo vamos a saber el grado de participación que deben tener niños, niñas y adolescentes (en la búsqueda de sus desaparecidos)?”, concluyó.