México se está quedando sin agua disponible para la población y las actividades que se realizan en el país, como el campo y la industria, según un análisis de diversas organizaciones como la UNAM, la Unesco y Agua Capital.
Su diagnóstico reconoce que el 71 por ciento del territorio nacional presenta algún grado de presión hídrica alto o muy alto; es decir, que apenas 29 por ciento del país no llega a una situación como esa.
De acuerdo con Eduardo Vázquez Herrera, director de Agua Capital, en el informe "Perspectivas del agua en México. Propuestas hacia la seguridad hídrica", hay 5 puntos que el país tiene que atender para revertir la situación que mantiene en estrés hídrico al 39 por ciento del territorio nacional, pero donde habita 54 por ciento de la población mexicana
¿Cómo evitar la escasez de agua en México?
El primer punto es eficientar el uso del agua; para lo cual primero conviene saber en qué se emplea el líquido disponible en el país. El principal consumidor del recurso en México es el campo, con un 76 por ciento, pero con una eficiencia de apenas el 50 por ciento, es decir, que la mitad del recurso que se destina a ese rubro termina por desperdiciarse; por lo que es urgente tecnificar el riego.
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Algo similar ocurre con las ciudades para uso público-urbano, que consumen alrededor del 15 por ciento del agua en el país, pero que registran pérdidas de alrededor de 40 por ciento a nivel nacional.
Mientras que para la industria, que utiliza alrededor del 5 por ciento del líquido, el problema más grave a atender de manera inmediata es la contaminación por descargas.
Corregir estas fallas permitiría redistribuir volúmenes importantes de agua a otros usos, como del campo a la industria, o de las ciudades al campo, o de cualquiera de estas fuentes a los ecosistemas de reserva, y también viceversa.
Un segundo aspecto a tratar es garantizar una mayor inversión en el sector hídrico, tanto pública como privada, con el fin de que se pueda garantizar no sólo la construcción de nueva infraestructura para atender las cada vez mayores necesidades de distribución y abasto de líquido, sino también para mantener la infraestructura existente.
"Uno de los grandes problemas que hay en el país es el mantenimiento de la infraestructura existente, que ya tiene graves daños en su operación", refirió Vázquez Herrera en entrevista para "Atando Cabos" con Denise Maerker.
"Los recursos fiscales y públicos o no son suficientes, entonces tenemos que encontrar fórmulas complementarias a través de mezclas público-privadas que permitan canalizar todas estas inversiones necesarias no sea no solamente el mantenimiento de la infraestructura sino la mejora en la gestión del agua y los servicios", señaló.
¿Y el medio ambiente?
Un tercer aspecto es la conservación del medio ambiente, es decir, mantener los ecosistemas actuales que sirven como puntos de recarga de mantos acuíferos, como los bosques al sur y poniente de la Ciudad de México, o las grandes áreas de vegetación, como la selva que buscan defender los ambientalistas frente a la construcción del Tren Maya.
"Tanto los acuíferos como las presas, la deforestación que estamos viviendo en muchos espacios del país, afectan gravemente al agua metropolitana", advirtió el director de Agua Capital.
Un cuarto factor a considerar es crear un sistema circular del agua que permita intercambio de líquido entre ambientes con el fin de optimizar y aprovechar su uso así como garantizar su tratamiento.
"Esto permitiría nuevamente habilitar muchos volúmenes para múltiples usos y atender zonas donde vienen sintiendo una escasez muy puntual del agua", detalló el experto.
Un quinto punto finalmente está orientado al futuro y el marco legal para prevenir conflictos por el líquido. Con ello se debe fortalecer las instituciones y habilitar esquemas y políticas públicas para prevenir y gestionar los riesgos derivados del cambio climático, que ya se manifiesta en forma de tormentas históricas con inundaciones severas, como las que aquejaron a Sonora esta semana, o bien, sequías anómalas y persistentes como las de Monterrey o Mexicali en el norte del país.
Aunado a ello, se tiene que fortalecer el marco legal para evitar conflictos sociales derivados de la falta de agua y problemas con el acceso a ese recurso.
"Entonces, se debe reforzar las instituciones, necesitamos tener un marco jurídico adecuado, necesitamos habilitar espacios de participación social donde las decisiones se toman de manera colectiva pensando obviamente en la sustentabilidad de la localidad en que se trate", comentó el director de Agua Capital.
Y si bien, detalló que el problema de escasez de agua es un asunto global con dimensiones nacionales, las soluciones tienen que darse con un enfoque local y apegadas a las condiciones de cada región del país.