Es un hecho: las denuncias por violencia familiar incrementaron en la pandemia por COVID-19, pero esto no se tradujo en una sentencia condenatoria en prácticamente todos los casos, pues apenas 1 de cada 100 concluyeron de esta forma. Además las mujeres fueron las más afectadas por ello.
Hay diferentes motivos para que esto haya ocurrido, desde que el mismo proceso legal tuvo una forma de resolución distinta a esta sentencia o retrasos que ocurrieron con la pandemia y que hoy han dificultado el seguimiento de estos casos.
Grupo Fórmula hizo una revisión del total de sentencias que se emitieron en los estados para este delito durante el periodo posterior al inicio de la pandemia por COVID, así como del sexo de las víctimas y personas imputadas por este delito. Te compartimos más al respecto.
Las denuncias por violencia familiar y los impactos de la pandemia
Durante el 2019, año previo a las restricciones por la pandemia, hubo un total de 210 mil 189 denuncias por violencia familiar, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Te podría interesar
Para el 2020, cuando iniciaron los contagios en el país y confinamiento, esta cifra subió a 220 mil 31 casos, y en 2021 llegaron a 253 mil 736.
En tanto que para el primer semestre de este año se han reportado cerca de 135 mil 500 casos, es un promedio de casi 750 denuncias por día. De seguir la tendencia, la cifra en este 2022 será superior a la del año previo.
A pesar de este aumento y que se ha hablado más al respecto, no todos los casos han llegado a una sentencia, incluso en denuncias que se presentaron antes del inicio del COVID-19 en México siguen en trámite.
Tal es el caso de Gaby* que en más de 10 años de relación con su antigua pareja sufrió violencia psicológica, física y fue víctima de intentos de feminicidios. Hoy su agresor se encuentra detenido y a más de 3 años del último episodio de violencia, aún sigue el proceso en su contra.
Se trata de una denuncia que se ha visto afectado por cuestiones como cierres de juzgados y contagios. “Poco a poco se va reanudando el caso, pero hasta ahorita no hemos podido ni tener una sentencia”, contó a Grupo Fórmula.
Gaby sufrió insultos, golpes con el puño y con objetos como un bat, amenazas de muerte o de no volver a ver a su hija; también enfrentó intentos de feminicidio, el último fue cuando recibió un disparo en la parte superior de la cabeza.
Como Gaby, hay miles de mujeres en México que han enfrentado algún tipo de agresión similar en la pandemia, y que hoy continúan sus procesos en la justicia.
De la denuncia por violencia familiar a la sentencia
De marzo del 2020, mes en que iniciaron las restricciones por la pandemia, a abril del 2022, cuando autoridades sanitarias indicaron que México estaba cerrando su ciclo epidémico para transitar a un estado endémico, hubo un total de 523 mil 152 carpetas de investigación que se abrieron por este delito según cifras oficiales.
De acuerdo con revisiones que hizo Grupo Fórmula durante ese mismo periodo de tiempo hubo sólo 3 mil 981 sentencias condenatorias por este delito en el país, un 0.76 por ciento respecto del total de denuncias.
Ello con base en solicitudes de información realizadas al Poder Judicial o tribunales superiores de justicia de cada entidad. No en todos los casos se detalló cuándo se abrió el expediente, por lo que esto podría incluir denuncias que iniciaron previo a la pandemia.
En este reporte, hay dos estados que no fueron incluidos: el Estado de México pues no se obtuvo respuesta a la solicitud en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) y Tlaxcala que reportó no tener informes de sentencias.
Las formas de resolución para el delito de violencia familiar
Es importante mencionar que el hecho de que no se llegue a una sentencia condenatoria no significa que no haya justicia, explicó Javier Carrasco, director ejecutivo del Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP).
Esto porque hay diferentes escenarios de resolución de conflictos durante el proceso legal.
“El sistema acusatorio tiene estas otras formas de resolución de conflictos, no solamente en violencia familiar. En la totalidad de delitos, alrededor de un 5 por ciento son los que llegan a juicio porque el sistema está diseñado para que se resuelva de estas otras vías”, detalló.
Uno de estos escenarios puede ser porque la víctima y la persona acusada llegaron a una negociación o acuerdo y se alcanza la suspensión condicional del proceso. Eso debe ocurrir después de la audiencia inicial, que es donde se determina si habrá vinculación a proceso, y previo al auto de apertura a juicio oral.
Hay otro escenario de procedimiento abreviado en el que el ministerio público lo ofrece a la persona imputada, y si esta lo acepta, significa que acepta su intervención en los hechos y acepta no irse a juicio, y aportar pruebas. Así es como otro número de casos se resuelve, señaló Carrasco.
“Esto no es una confesión, sino que es una aceptación o reconoce que intervino en los hechos y que no va a irse a juicio. Con esto va a terminar con una sentencia condenatoria, generalmente”, explicó.
Finalmente está el juicio que al final se resumirá en una sentencia condenatoria o absolutoria, determinación que aún podrá impugnarse. "La minoría de los casos de violencia familiar terminan en juicio, porque la mayoría lo resuelven con una suspensión o el abreviado", dijo el director del IJPP.
Los reflejos de la violencia familiar en mujeres
De los estados que identificaron el sexo de las víctimas por violencia familiar en las sentencias emitidas en pandemia, se halló que las mujeres fueron las más afectadas, pues hubo al menos 1 mil 894 casos frente a 345 hombres impactados por este delito.
En tanto que para el caso de las personas acusadas o imputadas, hubo una mayor proporción de hombres con un total de 2 mil 238 señalados por este delito, frente a 93 mujeres.
Las cifras mencionadas por violencia familiar se reflejaron de otra forma: el incremento de miles de mujeres que buscaron apoyo y asesoría frente a su situación, como a la Red Nacional de Refugios (RNR).
Sólo en 2020 la RNR atendió a más de 46 mil personas a través de espacios de atención y protección por teléfono o redes sociales, esto fue un incremento de casi 40 por ciento respecto al año anterior.
En 2021 se dio atención a cerca de 45 mil 500 mujeres, niñas y niños, cifra parecida a la del año anterior. En tanto que de enero a mayo del 2022, la RNR ha dado atención a 19 mil 708 mujeres e infancias.
Ana María Gutiérrez, es coordinadora de uno de los más de 75 refugios y espacios de prevención, atención y protección de la RNR. Señaló que sí notó un incremento en la demanda del servicio del refugio, cuestión que hoy en día aún percibe.
“Hasta la fecha es una demanda que no ha disminuido, nos siguen solicitando espacios constantemente y nos hemos visto rebasadas”, señaló.
Se trata de mujeres que, por ejemplo, son canalizadas desde hospitales, instancias estatales o que llegan por su cuenta, incluso porque se enteraron del refugio por recomendación de una persona conocida que también enfrentó violencia familiar.
Ana María Gutiérrez comentó que con la pandemia percibieron dos fenómenos. Por una parte la dificultad que tuvieron las mujeres para poder salir de casa y denunciar el delito o a la persona agresora.
Por otra parte, identificaron una dificultad en el proceso para denunciar este delito, pues hubo cierres de oficinas, así como limitación de personal que acudió a instalaciones para dar atención, lo que ocasionó filas afuera de las oficinas de fiscalías. “Muchas mujeres se desalentaron, abandonaron la fila y se fueron”, relató.
Además señaló que desde antes de la pandemia ha notado dificultades para que las mujeres puedan avanzar sus procesos por su cuenta, razón por la que las apoyan con asesoría o vinculación con autoridades.
También consideró que en ocasiones las sanciones para las personas agresoras son menores, y dijo conocer casos en que una vez que estas son liberadas, vuelven a buscar a la víctima para acosarla o intentar nuevas agresiones.
Así es como miles de mujeres han enfrentado antes y durante la pandemia procesos de violencia familiar, y aunque levantaron una denuncia, hay casos en los que aún esperan una resolución, y con ello, justicia.
*El nombre de esta persona fue cambiado en la publicación para proteger su identidad.