El nombre de Karla, una joven de 18 años, se viralizó en días recientes luego de que presuntamente mató a su mamá y tío en Ciudad de México, para después permanecer con los cadáveres a su lado por varios días. Su contexto está lleno de aristas, que no se pueden escapar si se quiere mirar el caso en su totalidad. Esta es la cronología de un contexto complejo, donde las advertencias estuvieron ahí, siempre presentes.

Karla nació en 2004 y jamás conoció a su papá, dado que a él lo detuvieron por robo y lo sentenciaron a ocho años de cárcel. Cuando cumplió la condena, jamás la buscó.

Cuatro años más tarde, la entonces niña terminó en el DIF luego de que su mamá, Paola, fuera acusada de maltrato.  Ahí, su realidad no mejoró. Según denunció la mujer, su hija fue atacada sexualmente y por eso se la regresaron. También acusó que un vecino hizo lo mismo, pero ninguna de sus acusaciones tuvo progreso.

Aquella niña se volvió agresiva y empezaron a medicarla desde que tenía cinco años. Cuando cursaba la primaria, a los 7, su mamá la llevó al doctor. Le confesó que no sabía qué hacer y le pidió que la hospitalizaran. Los problemas tenían una raíz, el ambiente familiar que no podía cambiar.

Los años transcurrieron y Karla se volvió una joven. Vivía con su mamá y su tío Juan, quien padecía retraso mental. También tenía un vínculo especial con su perra pitbull.

Le dijo a su mamá que la iba a matar

El mes pasado, la situación se volvió insoportable y Paola acudió a la Fiscalía General de Justicia, reveló que la joven la insultaba y que la amenazaba con matarla si volvía a ponerla en una clínica.  Los vecinos de esta familia también fueron testigos. En reportes para distintos medios aseguraron que escuchaban las peleas, los gritos y discusiones.

"Antes sí sentía miedo de que mi hija me hiciera algo, me amenaza con echarme a la perra (...)”, se lee en la declaración de la madre citada por El Universal.

Fuera de su casa, a veces esta joven escapaba de su realidad. La conocían por cantar en el mercado Mixcoac o en los tianguis para llevarse unas monedas.

¿Qué pasó en el caso de Karla el 12 de agosto?

Hace unos días, el viernes 12 de agosto, encontraron que Karla Fernanda habría asesinado a su mamá y a su tío para luego pasar varios días junto a los cuerpos. El medio citado reportó que tendrían huellas de golpes y mordidas de perro.

La detuvieron y ahora le realizan varios estudios en el penal de Santa Martha Acatitla para determinar si debería estar en un hospital psiquiátrico, mientras que sus perros fueron resguardados por la brigada animal. Para el operativo, los vecinos alertaron del olor proveniente del departamento y los policías ingresaron por la fuerza.

El periodista Carlos Jiménez informó que, desde 2016, la procuraduría capitalina ya tenía los registros de las agresiones de la joven contra su familia. A los 14 años, sobre ella pesaban cuatro carpetas de investigación. No obstante, eso fue después de que se invirtieron los papeles, de víctima a victimaria. Su madre la había acompañado en el pasado para denunciar desde robos, hasta las violaciones. 

Las autoridades no se habrían fijado en las señales de alerta hasta que ya no había nada que hacer; ella terminó recluida y su mamá y tío fallecieron.  La historia no habría comenzado ese viernes 12 cuando la policía descubrió la macabra escena en el departamento en la alcaldía Álvaro Obregón.