El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reveló que su gobierno evaluó la posibilidad de adquirir el 51 por ciento de las acciones de Banamex y que el otro 49 por ciento quedara en manos de particulares.
Sin embargo, el mandatario aclaró que esa opción fue descartada porque considera que su administración ya no tiene tiempo para dejar consolidado un banco mixto.
"Llegamos incluso a pensar la posibilidad de que el gobierno, la nación, fuese dueño del 51 por ciento de las acciones y que el 49 quedara en manos de particulares", expuso desde Palacio Nacional.
"¿Por qué no lo hicimos? Es importante todo esto, plantear, porque ya no tengo tiempo, ya participar en algo así requiere de más tiempo para dejar consolidado un banco mixto, con participación mayoritaria del gobierno, tendríamos que convocar a inversionistas nacionales, hacer una serie de cambios", dijo.
En la conferencia matutina, López Obrador destacó que de concretarse la compra, Banamex hubiera tenido un cliente importante: el gobierno que maneja un presupuesto estimado de 7 billones de pesos.
No obstante, aseveró que los 'conservadores' acusarían populismo y totalitarismo del gobierno con esta operación.
"También, imagínense, cómo se iban a poner los conservadores, si de por sí están muy rabiosos, irritados, ya llegó, no que no, ahí está el estatismo, el totalitarismo, el populismo, el comunismo", reprochó.
"Ya vendrán otros, porque estamos sentando las bases para la transformación", dijo.
Banamex: inversionistas mexicanos tendrán preferencia, dice AMLO
En la 'mañanera', el presidente López Obrador informó que Citigroup aceptó dar preferencia a inversionistas mexicanos en la transacción de Banamex, tal y como él recomendó.
"Se está avanzando, es muy bueno para el país porque ya aceptaron los que están vendiendo, en este caso Citigroup acepta que tengan preferencia los inversionistas mexicanos. Fue una de las sugerencias nuestras", aseguró.
Para la venta de Banamex, AMLO dijo que también es importante que no se despida al personal del banco, que se paguen los impuestos correspondientes a la operación y que el comprador tenga solvencia económica para proteger a los clientes.