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MEDIO AMBIENTE

Tren Maya: Esta es la señal de protesta para frenar las obras del Tramo 5 Sur

Para evitar los riesgos de que activistas se coloquen frente a las máquinas de trabajo de los obreros en la construcción del Tren Maya, ambientalistas y autoridades acordaron un código común para respetar su protesta.

Activistas acordaron con responsables de la obra del Tren Maya cómo parar las máquinas con seguridad en sus protestas. Créditos: Sandra Ríos / Grupo Fórmula
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Una mujer se aproxima por detrás a una retroexcavadora que está acumulando un puñado de árboles derribados sobre la selva en Akumal. La máquina los apila mientras mueve el brazo de arriba abajo, como parte de las obras del Tramo 5 Sur del Tren Maya.

La mujer sigue su camino hasta quedar justo a un costado de la máquina, a escasos 2 metros de distancia, mientras avanza hacia el frente y ponerse a la vista del operador de la máquina. En tanto eso pasa, la retroexcavadora sigue sus maniobras.

Sin embargo, estas acciones no corresponden con las medidas de seguridad de una obra de construcción como esta, a las cuales decenas de activistas acuden día a día desde hace algunas semanas para tratar de frenar el proyecto Tren Maya que se construye por la selva de Quintana Roo.

Por ello, el pasado martes durante una de las manifestaciones en Akumal, al norte de Tulum en Quintana Roo, una persona identificada como Patricio, coordinador de Seguridad y Salud de las obras del Tramo 5 Sur en esa área, donde opera la empresa Mota-Engil, se acercó a los manifestantes con quienes alcanzó un acuerdo.

“Les voy a pedir a todos ustedes que no se acerquen a las máquinas, que no se pongan en puntos ciegos, que a lo mejor no van a localizar fácilmente ustedes”, dijo a los manifestantes tras más de 3 horas de protestas que frenaron paulatinamente la operación de 3 máquinas que desmontaban vegetación y derribaban árboles de alturas por encima de los 5 metros.

La señal de protesta contra el Tren Maya

En la reunión se acordó primero que las máquinas pararían en cuanto se hicieran presentes los manifestantes. Pero para evitar casos en que los ambientalistas se paren delante de los enormes vehículos, como ocurrió el pasado martes durante la manifestación en Akumal, se acordó además que pueden realizar una seña común que además preserve la seguridad de quienes se oponen a la obra.

En su conversación, Patricio explicó que es código común entre operadores y obreros que para detener las máquinas hay que hacer contacto visual con quienes están al interior de las máquinas; una vez que se logra eso, hay que alzar el brazo con la mano extendida y luego cerrar el puño; con ello queda entendido que hay que cesar la operación.

“Porque si les gritan no los va a escuchar, porque está trabajando. Entonces te tienes que poner donde te vean”, explicó Patricio.

En caso de que la persona esté fuera del campo visual del operador, como ocurrió este martes en Akumal, la forma de llamar la atención del operador sin poner en riesgo a quien se manifiesta, basta con lanzar un objeto como una piedra o una rama hacia el área donde está trabajando la máquina para llamar la atención y después realizar el procedimiento descrito antes.

En la reunión participaron tanto ambientalistas que se manifiestan en contra del Tren Maya en el Tramo 5 Sur de Quintana Roo, así como representantes de la obra y los propios operadores.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva para "Por la Mañana", Paco de Anda, integrante de Sélvame del Tren, explicó que algunos operadores ya están instruidos para respetar esta protesta, pero otros recibieron la indicación de seguir a pesar de ello.

"Ayer (martes), sin embargo,  ya habían recibido los operadores la indicación de no parar y entonces fue un acercamiento más complicado con las máquinas operando y al final sí se logró detener a 3 de 6, por supuesto estamos haciendo lo que podemos. Entonces estamos invitando a la gente a que se sume, venga para que entienda que lo que hacemos tiene un fundamento técnico, legal. La ciencia está de nuestro lado", expuso. 

A pesar de que un juez ordenó suspender las obras del Tramo 5 Sur del Tren Maya durante los últimos 4 meses, desde abril pasado, el Gobierno de México reanudó la construcción a mediados de julio pasado con el argumento de que la obra es de seguridad nacional.

En su conferencia matutina, el presidente AMLO acusó que se estaba perdiendo dinero por este freno legal, por lo que se decidió usar un argumento legal para seguir adelante.

Los ambientalistas han tramitado varios juicios de amparo para frenar la obra porque acusan que se realizó sin respeto a la ley ambiental, pues se iniciaron las obras antes de presentar los estudios ambientales, mismos que se entregaron y aprobaron de manera extemporánea; apenas este martes se informó que un juez federal ordenó echar abajo la sexta y última suspensión pendiente, lo que abrió la puerta a que la obra continúe.

No obstante, los ambientalistas alegaron que pese a esta resolución, no se tiene que asumir que el desarrollo del Tren Maya por el interior de la selva en el Tramo 5 es legal.

Aunque originalmente se había planteado en realizarse sobre la carretera federal, tras un reclamo de los hoteleros por posibles afectaciones a su negocio y terrenos, el Gobierno de AMLO resolvió mover el trazo del Tramo 5 a 8 kilómetros al interior de la selva, lo que afectará los mantos acuíferos, las cuevas subterráneas, la flora y la fauna de la zona, además de representar un riesgo de hundimientos ante la fragilidad del suelo, según los ambientalistas.