Luis Echeverría, expresidente de México de 1970 a 1976, murió el viernes, a los 100 años de edad. Ante su muerte, hay muchos datos a destacar, y uno de ellos fue su papel como, nada más y nada menos que, agente de la CIA.
Desde el movimiento estudiantil de 1968 se sabía de la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés). En una conferencia impartida en la UNAM, el académico y analista Sergio Aguayo dijo que la agencia alimentó la idea, nunca comprobada, de que grupos comunistas estaban detrás de la organización de las marchas y los mítines de aquellos años, además de asegurar que los jóvenes habían iniciado los disparos durante la masacre de Tlatelolco.
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¿Qué presidentes fueron elementos de la CIA?
Winston Scott, quien fuera jefe de la CIA en México de 1956 a 1969, logró entablar una relación muy estrecha con los presidentes en turno. Y reclutó a varios agentes en el país.
Según los documentos desclasificados por el Gobierno de Estados Unidos a propósito de la investigación sobre el asesinato de John F. Kennedy, algunos de los agentes reclutados fueron Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y Adolfo López Mateos.
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A Luis Echeverría, le asignan el código "LITEMPO-8". El código LITEMPO era compuesto por el prefijo LI, que identificaba operaciones en México y Tempo, que identificaba al programa de relación entre la CIA y "altos funcionarios selectos" de México.
Díaz Ordaz era “agente de apoyo de la estación” de la CIA. Fue nombrado como “LITEMPO-1” y recibía un salario mensual de forma regular por parte de la CIA.
Mientras que Adolfo López Mateos tenía el nombre clave LITENSOR.
“La CIA jugaba un papel muy muy clave en ese entonces”, indicó la investigadora estadounidense Kate Doyle, en la conferencia de la UNAM. Pero también el Pentágono, encargado de entrenar a militares mexicanos, y el Departamento de Estado, que reportó fraudes electorales durante décadas sin denunciarlo ni presionar por un cambio. La “maquinaria imperial” estaba sobre México en su totalidad, destacó.