El paracetamol se ha convertido en uno de los mejores aliados durante la pandemia de COVID-19, ya sea para combatir la fiebre o para hacer frente a los efectos secundario de la vacuna, pero lo cierto es que puede tener efectos negativos a largo plazo.
De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista científica "Circulation", el uso prolongado de paracetamol podría aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en personas con hipertensión arterial.
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Los investigadores de la Universidad de Edimburgo en Reino Unido encontraron que este analgésico, que solía ser considerado seguro para el tratamiento del dolor crónico, aumenta la presión arterial y podría aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular en torno al 20 por ciento.
Por ello, pidieron hacer una revisión de las prescripciones de paracetamol a largo plazo a los pacientes, sobre todo, a los que padecen hipertensión arterial o corren un riesgo especial de sufrir una enfermedad cardíaca.
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Sin embargo, aclararon que estos efectos no ocurren para tratar afecciones a corto plazo como pueden ser dolor de cabeza o fiebre, pero sí para aquellos que lo toman con frecuencia.
"Este estudio muestra claramente que el paracetamol -el fármaco más utilizado del mundo- aumenta la presión arterial, uno de los factores de riesgo más importantes de los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares", dijo el profesor James Dear, titular de la cátedra de Farmacología Clínica de la Universidad de Edimburgo.
Por ello, los especialistas recomendaron a los médicos empezar con dosis bajas de paracetamol y seguir con dosis escalonadas y vigilar de cerca la presión arterial de los pacientes. .
Además, destacaron la importancia de pensar dos veces si es necesario tomar medicamentos aunque estos parezcan tan inofensivos como el paracetamol.