Todo parece indicar que las clases alta y media alta en México se han vuelto más autoritarias y resentidas desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a la silla presidencial.
Lo anterior ha quedado demostrado en un análisis del Laboratorio de Desigualdad Mundial, donde este sector de la población se siente menos atraído hacia la democracia, y en su lugar, han preferido apoyar a un gobierno autoritario.
Te podría interesar
De acuerdo con el estudio, el 77 por ciento de la población perteneciente a la clase alta prefiere un gobierno autoritario, mismo caso del 42 por ciento de la clase social media alta.
Mientras que el 11 por ciento y el 37 por ciento de la clase alta y media alta, respectivamente, siguen creyendo y apoyando a la democracia.
Te podría interesar
Estos números han cambiado drásticamente en apenas dos años, pues en 2020, el 70 por ciento de la clase alta y el 50 por ciento de la media alta continuaban creyendo en la democracia mexicana.
En tanto que la elección por un gobierno autoritario o militar se mantenía a la baja con un 10 y 19 por ciento de la preferencia.
Durante los sexenios de los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, las élites mexicanas se consideraban democráticas, donde sólo el 17 por ciento aprobaba el autoritarismo, mientras que el 62 por ciento de este sector se decantaba por la democracia.
Lo exhibido por el Laboratorio de Desigualdad Mundial demuestra que su postura democrática de las élites era una falsa postura, pues en realidad sólo estaban a favor de los gobiernos afines a ellos.
Y es que no sólo la preferencia por gobiernos autoritarios por parte de las clases alta y media alta ha cambiado, pues incluso tras la llegada de López Obrador a la presidencia, éste sector se ha sentido discriminado.
Según lo señalado por el Latinobarómetro, dicho sector de la población se convirtió en el más discriminado del país tras el inicio del actual gobierno, muy por encima de la clase baja.
En el estudio, el 29 por ciento de la clase alta mexicana se siente como parte de un grupo que es discriminado por la sociedad, indicador que supera por casi al doble al sector más pobre de la población, con el 17 por ciento.
La política de “primero los pobres” que tanto ha impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador parece no gustar a la clase alta y media alta, pues se han convertido en autoritarias y resentidas, según lo expuesto en análisis internacionales.