A mediados del siglo XIX, México atravesó una época de inestabilidad política que estuvo marcada por el periodo presidencial de Benito Juárez, la intervención francesa y el Segundo Imperio Mexicano, periodo en que Carlota y Maximiliano de Habsburgo fueron los jerarcas del país, pero cuál fue el triste final de la emperatriz.
El 19 de junio de 1867, el Segundo Imperio Mexicano llegó a su fin con el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en el Cerro de las Campanas; en cambio, una hipótesis asegura que logró escapar y vivió el resto de su vida en El Salvador bajo una identidad falsa. Mientras que el destino de Carlota fue por demás distinto.
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¿Cómo fue el triste final de Carlota?
Antes de que Maximiliano fuera capturado por el ejército republicano, Carlota viajó a Europa para buscar aliados entre las diferentes monarquías, pero las principales casas del 'viejo continente' se mostraron en contra de intervenir en México. Con tan sólo 26 años, la emperatriz también solicitó el apoyo del Papa Pío IX, pero el pontífice puso excusas para nunca concretar la reunión.
En aquel viaje, Carlota mostró los primeros signos de un desequilibrio mental que la acompañó hasta su fallecimiento, lo que le provocó morderse las uñas de forma constante, arrancarse el cabello de forma constante y hasta mordisquear un pañuelo que siempre tenía junto a ella.
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El fusilamiento de Maximiliano (el cual no atestiguó) no hizo más que detonar los signos del trastorno mental y ese año fue considerada como incapaz de gobernar. Emprendió el regreso a Europa para pasar el resto de su vida encerrada en tres castillos: Miramar, Tervuren y Bouchot, donde falleció en 1927 a la edad de 86 años.
¿Qué hizo Carlota al frente del trono de México?
De acuerdo con diversas fuentes históricas y testimoniales de la época, pese a su corta edad, Carlota tuvo una enorme influencia en las decisiones que se tomaron en el Segundo Imperio Mexicano, como eliminar el castigo corporal en los trabajos, abolir el trabajo infantil y limitar el horario laboral.
Carlota comprendió que uno de los mayores problemas de México era la desigualdad, de ahí que inició empresas de beneficencia. Emprendió diversas obras de infraestructura y remodeló el Zócalo capitalino... aunque no todo era 'miel sobre hojuelas', pues la escritora Martha Robles afirmó que la emperatriz tenía un carácter autoritario en la ausencia de su consorte.
"Todo aquello terminó sin haber alcanzado el éxito", se dice que fueron las últimas palabras de la emperatiz Carlota al momento de fallecer en Bélgica a los 86 años, se cree que fueron dedicadas al proyecto que ella y Maximiliano de Habsburgo tuvieron para México.