En México ya inició la vacunación contra COVID-19 de niños de 5 a 11 años de edad. Además, está en curso la inmunización de aquellos entre 12 y 18 años. Ante esto, una tema que puede surgir como padre o madre es si tu hijo o hija le tiene miedo a las inyecciones.
Antes de obligar a tu pequeño o pequeña a ir a vacunarse, te podemos sugerir algunas acciones para que esta no sea una experiencia de terror.
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COVID-19: ¿Qué hago si mi hijo o hija le tiene miedo a las inyecciones?
Si tu hijo le tiene miedo a las vacunas lo primordial es hablarlo con él; si el niño ya esta grande será fácil que exprese lo que siente. En cambio, si se trata de un pequeñito, lo podemos notar en cambios de comportamiento que tienen al acudir al doctor.
Lo recomendable en ambos casos es estar tranquilos para poder hablar con los niños, ya que si notan una tranquilidad en nosotros, ellos se podrán tranquilizar y explicarles por qué se deben vacunar, pero también que “Tener miedo es normal y está bien”.
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Algunas veces, los niños o jóvenes tienen ideas erróneas sobre las inyecciones y por eso algunos llegan a desarrollar un miedo y por lo cual se recomienda acudir junto con el pequeño con algún pediatra para eliminar esas ideas y aclarar sus dudas.
Hay que dejar en claro que cuando una vacuna se va a aplicar en niños es gracias a que la vacuna ha tenido buena efectividad y ha pasado las fases de pruebas, además de ser segura para los más pequeños. También es importante darles a conocer que es importante que se vacunen ya que al hacerlo les brinda inmunidad a ellos y ayudan a proteger a las personas que los rodean.
Retomando el punto de la tranquilidad, los adultos suelen ser un gran ejemplo para los jóvenes y los niños ya que suelen tomar nuestras conductas para imitarlas, además que les brinda una tranquilidad y baja su ansiedad, tomando ellos mismos la confianza estando más relajados.
Y de no funcionar en los jóvenes, se puede hablar con ellos y hacerles ver las consecuencias de no vacunarse, como el no poder salir, no ver a sus amigos, etc.
Otra de las situaciones que debemos mantener bajo control es el día de la vacuna, por ningún motivo se debe dudar si poner la vacuna o no, mucho menos mostrar nerviosismo, ya que los niños percibirán estas emociones y no estarán tranquilos.
Y por último hay que recordarles que en todo momento vamos a estar con ellos y que en dado caso de no estarlo, ellos estarán bien, ya que cuando se vacunan a los niños mandan a profesionales que saben cómo tratar los y que no tienen que ponerse nerviosos.