Los cuerpos de los dos sacerdotes jesuitas asesinados en la Sierra Tarahumara serán despedidos el sábado 25 de junio en una misa de cuerpo presente en la ciudad de Chihuahua y posteriormente velados el lunes en el atrio de la iglesia de Cerocahui, en la que vivieron durante décadas.
Los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados la tarde del lunes 20 de junio al interior del templo de Cerocahui, junto a un guía de turistas. De acuerdo con reports, sus cuerpos se los llevó un grupo criminal y fueron localizados 2 días después.
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Sus restos fueron llevados en una funeraria para los preparativos previos a la misa y saldrán este viernes hacia Chihuahua para una ceremonia a las 12:00 horas en la Parroquia del Sagrado Corazón.
Permanecerán todo el sábado en la capital y el domingo serán llevados a Cerocahui. Posteriormente el lunes se realizará el sepelio en el atrio de la iglesia de San Francisco Javier, donde prestaron servicios ambos sacerdotes.
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El velatorio en Cerocahui será realizado hasta el lunes 27 de mayo para facilitar que los familiares de ambos sacerdotes tengan tiempo de llegar, ya que ninguno de los dos era originario del estado de Chihuahua.
Al referirse al caso del asesinato de los dos padres jesuitas, el obispo Ramón Castro Castro, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, indicó a través de un video que esperan una respuesta a la altura de las circunstancias por parte de las autoridades civiles en todos los niveles, al tiempo que habló sobre la violencia en México.
“Nuestro México está salpicando sangre de tantos muertos y desaparecidos, entre ellos 27 sacerdotes, incluidos los padres jesuitas”, pronunció en su discurso a través de un video.
Los cuerpos de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora y del guía de turistas Pedro Eliodoro fueron localizados el miércoles por la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua, después de permanecer desaparecidos desde el lunes. La recuperación de los restos fue confirmada por autoridades forenses.
El gobierno mexicano ofreció una recompensa de cinco millones de pesos para quien aporte datos que conduzcan al paradero de José Noriel Portillo Gil, alias 'El Chueco', considerado cabecilla del Cártel de Sinaloa y señalado por asesinar a los sacerdotes jesuitas y tres civiles más en Cerocahui, Chihuahua.