La Loxosceles tenochtitlan es una nueva araña violinista nativa del Valle de México, Estado de México y Tlaxcala, la cual ha sido confundida con otra especies, pero no es igual a todas las demás. Por lo cual han decidido denominarla con el nombre de 'Loxosceles tenchtitlan'.
A pesar de su mala fama, es fácil recordar a esta araña por la pequeña mancha en forma de violín que lleva en el dorso, lo cual hace distinción de los demás arácnidos, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) determinaron que la Loxosceles tenochtitlan es una araña completamente distinta a la Loxosceles misteca, con la que usualmente la confundían.
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De acuerdo con Alejandro Valdez-Mondragón, académico del Instituto de Biología, "es morfológicamente parecida a la encontrada en el Valle de México, inicialmente se pensó que había sido introducida a esta región por el traslado de plantas de ornato, pero al hacer estudios de biología molecular de ambas especies nos dimos cuenta que son completamente diferentes".
¿Cómo se distinguen estas arañas violinistas?
Evidentemente se ha necesitado de biología molecular para distinguirla, por lo cual no es extraño que el hallazgo no se haya dado antes. Estas arañas se distinguen del resto por no tener colores llamativos, sino más bien un tono café oscuro y la mancha en forma de violín más definida que en otras especies.
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Las hembras, por su parte, se distinguen de las de otras especies de violinista por tener receptáculos seminales para almacenar el esperma de los machos durante el apareamiento, en épocas de lluvias sale de su escondite para reproducirse.
¿Cómo evitar la aparición de las arañas violinistas?
Para evitar ver o encontrar a Loxosceles tenochtitlan en tú casa, lo más importante es mantenerla bien limpia, sacudir cualquier prenda antes de usarla.
Si te muerde algún arácnido no lo mates, lo que se recomienda es capturar al espécimen, ya que es de vital importancia que un médico determine si hay que utilizar antihistamínicos, desinflamatorios o algún suero en específico. Además nos ayudan a mantener a raya otros insectos.