Un hombre identificado como José Noriel Portillo Gil, alias ‘El Chueco’, ha sido relacionado con una serie de ataques registrados en los últimos días en la comunidad de Cerocahui de la Sierra Tarahumara, en Chihuahua, entre ellos el asesinato de dos padres jesuitas y un guía de turistas.
Pese a que su nombre comenzó a acaparar los titulares recientemente, testigos aseguran que el sujeto es conocido desde hace años en la población por el poder que tiene en la región.
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Así lo denunció el padre Héctor Fernando Martínez, vicario general de la Diócesis Tarahumara, quien detalló en entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula, que el hombre es el encargado de decidir varias situaciones que ocurren en la localidad.
“Es él (el culpable), por supuesto que a El Chueco lo conocemos todos desde toda la vida. Ahí no se hace algo si él no lo decide o si él no encabeza la acción, es algo como una verdad popular, pero no por ello menos cierta”, acusó.
El padre señaló que debido a que es conocido en Cerocahui, los religiosos decidieron permanecer en la zona y auxiliar a la persona, pues confiaban que Portillo Gil no los atacaría.
“No sabemos el nombre de la persona, sabía que se apellidaba Portillo, pero desde que nosotros comenzamos a recoger los datos lo hablábamos con total familiaridad ‘es que fue El Chueco’. Los padres no se retiran de estar atendiendo a la persona, y él entra a rematar a esta persona que estaba en la iglesia, no se retiran por la confianza, así los padres hayan sido unos santos, su instinto fue quedarse ahí porque no corrían peligro, por eso permanecen ahí”, agregó.
Finalmente el vicario general de la Diócesis Tarahumara sostuvo que “la autoridad y el gobierno” saben de su existencia; sin embargo, desconoce si existía una búsqueda en contra de El Chueco previa al ataque en contra de los religiosos.
“Hace poco se supo que hubo un operativo y que se decomisaron cosas que estaban en la casa de seguridad de ellos, pero no tengo datos para saber si había una búsqueda consciente de él. Lo que nosotros vemos es que pasas un retén donde él estaba, y adelante hay uno de la policía a pocos kilómetros”, concluyó.