El megarrobo de 16 contenedores en un patio de maniobras en Manzanillo, a unos kilómetros de la aduana, despertó varias dudas sobre cómo pudo ocurrir un crimen de esta magnitud, pues es considerado el más numeroso en su tipo.
Al momento se sabe que fue un robo que ocurrió la madrugada del pasado 5 de junio, cuando un grupo de alrededor de una docena de hombres armados llegó al lugar y sometió al personal.
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Luego abrieron decenas de contenedores por varias horas para revisar la mercancía y después se llevaron algunos de acuerdo con lo narrado por el periodista Jesús Lozoya Baeza para Ciro Gómez Leyva Por La Mañana.
Las autoridades primero hablaron de 20 contenedores con metales preciosos como oro y plata, después señalaron que fueron 16 y que lo que se llevaron en este megarrobo fueron aires acondicionados, llantas y concentrado de durazno. De ellos, ocho fueron localizados en otro patio de maniobras cercano.
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Los gobiernos federal y estatal señalaron que el crimen ocurrió afuera del recinto oficial, en terrenos particulares; también se dijo en un inicio que era un patio que no contaba con la infraestructura adecuada para el resguardo de mercancías.
¿Qué son los patios de maniobras como el del megarrobo?
Para entender qué son los patios de maniobras y su funcionamiento en Manzanillo, tenemos que hablar de dos escenarios: la importación y exportación de mercancías.
En el primer caso, cuando llega la mercancía al puerto, esta pasa por un proceso que incluye la descarga en una de las terminales marítimas, se hace la revisión en un patio fiscal dentro de la Administración Portuaria Integral (API) y se vuelve a sellar para trasladarse a otro punto en el exterior del recinto donde la mercancía se distribuirá hacia su destino final.
En ocasiones, estas revisiones pueden llevarse a cabo en patios o recintos fiscalizados que son espacios externos a la API y que suelen pertenecer a propietarios privados, pero hay un involucramiento o coordinación con el sector público o la autoridad fiscal.
Juan Carlos Montoya, especialista en Logística y Cadena de abastecimiento de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, explicó que estos puntos sirven también para “desahogar” actividades en el puerto.
“Van sobre todo enfocados a empresas que tienen la facilidad de decir: 'yo por tiempos no puedo dejar mi contenedor parado mucho tiempo en el puerto, porque luego tardan un poco esta parte de las revisiones'; entonces les permiten llevarlos a otro punto donde son abiertos y ahí es donde la autoridad aduanal va y revisa la mercancía”, explicó.
Estos espacios también se pueden utilizar para el almacenaje de mercancías en tanto no se complete el pago de impuestos, ello con el pago de una renta. Conforme se pagan los impuestos, se puede retirar de forma total o parcial los productos.
Una vez que la mercancía pasó todo el proceso de revisión aduanal y pago de impuestos, esta puede salir.
Es ahí donde se pueden usar los patios de maniobras, que básicamente son espacios de propietarios particulares que cuentan con un permiso del gobierno local o federal, para el almacenaje de los contenedores. Es en uno de estos lugares donde ocurrió el megarrobo a inicios de junio.
En estos puntos, por ejemplo, las empresas esperan a que lleguen más mercancía de embarques para su distribución, también pueden esperar en lo que se prepara el envío de los productos a diferentes tiendas o puntos de la República, o incluso si hay bloqueos de caminos.
“La función es de almacenamiento, pero se pueden abrir los contenedores por cuestiones de consolidación o desconsolidación”, señaló Montoya.
En el caso previo al embarque o exportación, en estos puntos se pueden juntar los contenedores y preparar el envío completo para mandarla al puerto.
La importancia de los patios de maniobras en Manzanillo
En el caso particular de Manzanillo, hablamos de un puerto que recibe mercancías de países aledaños al Océano Pacífico, es decir, pueden llegar productos o materia prima tanto de Asia, como de la costa oeste de Estados Unidos o Sudamérica.
Este puerto es considerado la principal entrada para la gestión de mercancías del comercio internacional; sólo de enero a mayo de este año el puerto movilizó cerca de un millón 400 mil contenedores estándar con unidad de medida de 20 pies (6 metros de largo).
Por ello es común que ejidatarios que tienen un terreno cerca de la aduana, lo destinen para alquiler directo o lo rentan a particulares que lo gestionen.
“Luego los ejidatarios no tienen el recurso para alquilar, sabemos que son infraestructuras caras, entonces suele suceder que lo renten para aprovechar el terreno”, señaló el especialista en logística.
Hay ocasiones en que estos patios operan sin tener los permisos suficientes o la infraestructura adecuada para el resguardo de dicha mercancía, hecho que cobró mayor importancia tras este megarrobo.
Apenas el jueves, el gobierno de Manzanillo informó la clausura de diversos patios de maniobras particulares, incluido el de la empresa Maniobras Alfonso Mireles, donde ocurrió el robo.
Alejandro López, consultor de empresas con experiencia en importación y exportación de mercancías, señaló que cerca de la aduana en Manzanillo hay decenas de patios de maniobras.
Entre ellos, hay unos que cuentan con varias medidas de seguridad, como lugares que tienen cercas o están entre muros, y que además tienen puertas de control de acceso, cámaras de video vigilancia. En ellos aparte se puede usar equipo especial, como cubrebocas si hablamos de polvo para minería.
En tanto que, indicó, hay terrenos o empresas con estas funciones de resguardo, pero que no cuentan con un acceso de seguridad o incluso una puerta o filtro de acceso. Además señaló que se encuentran en zonas de tránsito en distintas horas del día, incluso en la madrugada que fue cuando ocurrió el megarrobo.
“En esa zona es como el pan de cada día ver circular camiones con contenedores en la calle a toda hora, prácticamente las 24 horas del día” indicó.
Megarrobo en Manzanillo: oportunidades para fortalecer la seguridad
Juan Carlos Montoya explicó que la noticia de este megarrobo puede afectar la imagen del comercio en Manzanillo, por cuestiones de seguridad y preocupaciones en cuanto al resguardo de contenedores.
Sin embargo, consideró que independientemente de quién tenía a cargo la seguridad del lugar, esto abre una oportunidad para buscar maneras de trabajar entre gobierno y empresas para mejorar el resguardo de mercancías y los transportistas, quienes cargan distintos productos que pueden ser robados también en caminos y carreteras.
“Sabemos que estos grupos del crimen están muy bien organizados, entonces simplemente le dan la vuelta muchas veces a lo privados. Un trabajo en conjunto, a lo mejor de aquí partir para hacer algo distinto, creo que sería bastante bueno”, aseveró tras el caso del megarrobo en Manzanillo.