“Pensé que era la única a la que le pasaba”. Ese es el pensamiento de la mayoría de las mujeres sobrevivientes a los ataques con ácido, cuando se dan cuenta que, a su alrededor, hay decenas de casos semejantes en su localidad y en todo México.
Los daños que dejan estos ataques no sólo son físicos o externos, pues también se generan consecuencias psicosociales, que tienen que ver con su percepción, ir recuperando o reconstruir una ‘nueva imagen’ en un contexto de violencia extrema y feminicida en México.
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Radio Fórmula digital habló con Ximena Canseco, cofundadora y vicepresidenta de la Fundación Carmén Sánchez -dedicada a acompañar casos de ataques con ácido-, quien reveló las consecuencias que enfrentan las víctimas, pues además de los daños físicos, deben lidiar con el estigma y la discriminación social.
Lo anterior, sin tomar en cuenta los síntomas que dejan los tratamientos dermatológicos y las cirugías de reconstrucción.
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"Es muy importante decir que las secuelas no sólo son físicas. Una de las víctimas, Mari, hasta que empezó en rehabilitación física pudo dormir desde hace 33 años, fue atacada en 1982, año más antiguo que tenemos reporte de un ataque con ácido, porque no son problema reciente, lleva más de tres décadas", explicó Ximena Canseco.
"Desde el ataque con ácido, se generan consecuencias de someterse a cirugías, después de 85 una mujer dejó de contarlas; Carmen (la fundadora de la asociación) lleva 65 y otra víctima lleva 250 cirugías", detalló.
Además, refirió que en la mayoría de los casos los ataques con ácido son “la cúspide de violencia familiar, violencia en pareja, psicológica, física y sexual”.
Esto, porque la mujeres sobrevivientes tenían antecedentes de violencia; algunas de ellas habían denunciado penalmente a su agresor, sin embargo, las autoridades no dieron seguimiento a los casos.
"La mayoría de los agresores son hombres, el 85 por ciento", reveló la vicepresidenta de la fundación.
También informó que las víctimas son mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años, habitantes de las zonas periféricas, con grado de escolaridad de educación media y media superior trunca, "aunque también hay mujeres universitarias".
Ataques con ácido a mujeres: lo difícil de volver a la normalidad
Ximena Canseco contó que algo en común entre las mujeres que son apoyadas por la Fundación Carmen Sánchez es la falta de actuación médica, ya que en diversas ocasiones el personal de salud ha demostrado que no sabe cómo atender las heridas con premura.
"Por eso, el ácido llega a lastimar órganos vitales", dijo.
Además, mencionó que falta guía en el proceso de denuncia y acompañamiento legal, debido a la impunidad que prevalece en estos casos y que incita a las víctimas a no tomar represalias.
Consecuencias físicas y psicológicas de un ataque con ácido
- Dificultad para interactuar
- Dificultad para salir a la calle
- Estrés postraumático
- Depresión
- Migraña
- Dolores de espalda
- El tejido se pega y pierden movilidad en cuello y brazos
- Cansancio extremo
- Alteraciones en presión arterial y glucosa
- Alteraciones de sueño
- Insomnio
- Falta de apetito, entre otras
La activista insistió en que las mujeres víctimas de ataques con ácido constantemente se enfrentan a la violencia feminicida e institucional, así como de medios de comunicación y la sociedad en general.