El Tramo 5 del Tren Maya tiene 2 suspensiones provisionales para continuar sus obras: una para el sur desde el pasado 18 de abril y otra más desde este lunes 2 de mayo para la totalidad del segmento que va del norte al centro de Quintana Roo.
Ambas luego de que el grupo de ambientalistas Defendiendo el Derecho al Medio Ambiente Sano (DMAS) promoviera sendos amparos, uno a favor de un grupo de buzos espeleólogos, y otro como organización en defensa de su interés legítimo por la protección al ambiente de la región norte de Quintana Roo.
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Para ambos procesos, aún están pendientes las audiencias que podrían derivar en las suspensiones definitivas para la ejecución de la obra del Tren Maya, uno de los proyectos insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Los argumentos para solicitar el freno a las obras, de acuerdo con ambientalistas, son la falta de estudios de impacto ambiental y el incumplimiento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que establece esto como un requisito previo al desarrollo de cualquier proyecto. Por ahora, el gobierno sólo ha presentado la manifestación de impacto ambiental regional para los tramos 1, 2 y 3 así como, por separado, la manifestación para el tramo 4.
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Ello lo defienden los ambientalistas amparados en los artículos 4, 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establecen los derechos a la salud y el medio ambiente; la no retroactividad de las leyes a aplicar; y la fundamentación y motivación del proyecto respectivamente.
En su defensa, el gobierno de AMLO sostiene que basados en el acuerdo de noviembre pasado, conocido como decretazo, que exenta a los proyectos de infraestructura de cumplir con los requisitos de estudios ambientales y obliga a las autoridades a dar permisos provisionales exprés para estas obras. No obstante, en febrero pasado un juez concedió la primera suspensión definitiva a ese acuerdo.
Por ello, el futuro del Tramo 5 del Tren Maya estará en juego con las audiencias, la primera el próximo viernes 13 de mayo para el amparo concedido a los buzos espeleólogos por el Tramo 5 sur; mientras que dos semanas después, el 27 de mayo, está convocada la audiencia relacionada con el amparo que suspendió provisionalmente las obras de todo el Tramo 5.
Activistas consultados por Grupo Fórmula en la zona corroboraron que por ahora se mantienen paradas las máquinas, aunque reportan franjas de entre 60 y 90 metros de ancho por al menos 50 kilómetros de la selva devastadas por las obras del Tramo 5 sur.
El Tramo 5 del Tren Maya ha sufrido varias modificaciones desde que se planteó el proyecto. Originalmente seguiría el camino de las torres de CFE, cerca de la carretera federal 307 que conecta Cancún con Chetumal; luego se planteó que viajara por el camellón de esta vialidad, ya impactada; pero desde la segunda mitad de 2021, hoteleros pidieron llevar el trazo al interior de la selva, y actualmente se explora, sin un proyecto de por medio, su construcción a unos 5 kilómetros selva adentro.