Te has preguntado ¿por qué trabajamos cinco días a la semana y descansamos sólo dos? Aunque puede parecer una simple ocurrencia, existe una serie de exigencias históricas que moldearon el sistema legal y la forma en que trabajamos en la actualidad. Te contamos.
Si te parece que dos días para descansar no son suficientes, seguro te sorprenderá saber que en la época de la Revolución Industrial era común que las personas trabajaran jornadas de hasta 16 horas o más.
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Incluso, en Estados Unidos el promedio de la jornada laboral en 1890 era de 100 horas a la semana.
Cansados de las arduas jornadas de trabajo, los empleados de Chicago salieron a marchar el 1 de mayo 1867 para pedir la reducción de la faena y consiguieron que la legislatura de Illinois decretará la jornada de ocho horas, pero varios empleadores decidieron no acatarla.
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Un nuevo intentó ocurrió el 1 de mayo, pero de 1886, cuando se realizó una protesta nacional para acortar la jornada y en 1919 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fijó una jornada diaria de 8 horas y 48 semanales en su convenio uno, de acuerdo con el Tratado de Versalles.
Sin embargo la norma seguía sin ser acatada, hasta que en 1926 el reclamo de los trabajadores pareció ser atendido por Henry Ford, quien decidió instalar una semana laboral de 40 horas, 8 por por día.
Desafortunadamente, el empresario no tenía en mente el bienestar de los trabajadores, sólo consideraba que el tiempo de descanso era necesario para que hubiera consumo y uso de productos.
Fue hasta 1938 cuando Fair Labor Standards Act reconoció una semana laboral de 44 horas, que sería acortada en 1940 a una jornada semanal de 40 horas.
¿Cómo llegó la jornada de 8 horas en México?
En México, la jornada laboral de 8 horas se estableció por primera vez en la Constitución política de 1917.
No obstante, la ley fue modificada con los años hasta permitir jornadas semanales de 48 horas, es decir, 8 horas al día por seis días (distribuibles de distintas maneras).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la actualidad hay 15 millones 527 mil 270 personas trabajando más de 48 horas a la semana, casi 55 por ciento en trabajos informales.
Además, el 27.42 por ciento de las personas que trabajan en México lo hacen por más de 48 horas a la semana, pues la Ley Federal del Trabajo permite trabajar 6 días y descansar sólo uno e incluso contempla periodos de trabajo discontinuo.
Aunque los derechos laborales aún no son los ideales, lo cierto es que no se declararon en un día y tampoco se establecieron de forma unilateral, sino que han sido producto de la exigencias históricas que le han dado forma al sistema legal que hoy impera.