En el curso de 2022, México acumula un total de 30 mil 247 defunciones asociadas a COVID-19 que representan el 58.9 por ciento del exceso de mortalidad reportado para los primeros 5 meses del año.
De las poco más de 51 mil muertes en exceso registradas por la Secretaría de Salud en 2022, 30 mil 247 fueron asociadas con la pandemia de COVID-19, y al menos 19 mil 421 fueron sin duda provocadas por el virus SARS-CoV-2, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias.
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De acuerdo con datos oficiales del exceso de mortalidad en México, al 8 de mayo de 2022 se registró un total de 51 mil 357 defunciones “en exceso”, es decir, por encima de la cifra de muertes esperadas.
Mientras que se esperaba un volumen de defunciones de 143 mil 447 muertes para los primeros cuatro meses, el Registro Nacional de Población contabilizó 194 mil 804 muertes en el periodo.
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A pesar de que continúa el exceso de muertes por encima de las defunciones esperadas, 2022 se ubica por debajo de las tasas de 2021 y 2020.
En 2021, la proporción de exceso de defunciones acumuladas asociada a COVID-19 fue de 71.3 por ciento, y en 2020 fue de 65.6 por ciento.
Por ejemplo, en la tercera semana epidemiológica de 2021, la pandemia en México alcanzó su pico más alto, con un acumulado de 46 mil 444 muertes en una semana, muy por encima de las 16 mil 877 defunciones semanales esperadas.
Cabe destacar que para los datos semanales la Secretaría de Salud no distingue el exceso de mortalidad asociado con COVID-19, pero los picos de mortalidad en la estadística coinciden con las olas de mayor contagio.
En la tercera semana epidemiológica de 2022 fueron reportadas 24 mil 203 defunciones, más que las 16 mil 644 muertes esperadas, pero no tan por encima de esa cifra como en 2021.
La octava semana epidemiológica de 2022, fecha más reciente con información actualizada por las autoridades sanitarias, registró 17 mil 147 muertes, cerca de las 16 mil 466 defunciones esperadas.
El exceso de mortalidad en México se acerca poco a poco a las estadísticas previas a la pandemia de COVID-19, con una significativa disminución en las defunciones asociadas al virus SARS-CoV-2.