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SEGURIDAD

5, 10 o miles de pesos: Los gastos de familias por buscar a los desaparecidos

Imprimir formatos, sacar copias de fotos o trasladarse a otros estados para difundir sus casos; estos son algunos gastos en lo que incurren familias mexicanas al buscar a personas desaparecidas.

María Elena Xochihua busca a su hija Nimbe desde hace casi 3 años.Créditos: Arte de Daniela Mena
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México alcanzó este lunes el registro de más de 100 mil personas desaparecidas y no localizadas; a esos casos hay que sumar a las miles de familias que hay detrás y que buscan a sus seres queridos, lo que les implica esfuerzos de tiempo, dinero y hasta la propia vida.

Cuando se enfrentan a un caso así, la desaparición de un familiar, han experimentado la incertidumbre: no saber con quién ir, por dónde empezar o con qué autoridades acudir.

En el camino aprenden cómo seguir, lo hacen entre investigaciones propias, acercamiento con autoridades, familias que han pasado o viven algo similar, orientación de asociaciones que apoyan en casos de personas desaparecidas, y toda la ayuda que pueden recibir de personas de confianza.

Por supuesto, empezar con estas acciones para intentar localizar a sus familiares implican un gasto adicional, uno que antes no contemplaban.

Gastos de familias mexicanas en la búsqueda de personas desaparecidas

Cecilia Castillo es una de las personas que lo vivió. Su hija Karla desapareció cuando tenía 15 años; salió de su casa en Nezahualcóyotl, Estado de México el 4 de marzo del 2021, no avisó por qué saldría y pasó más de un año sin que supieran de ella.

“Era una incertidumbre que cala el alma y duele hasta lo más profundo”, dijo Cecilia.

Cecilia también dijo que actuaron de inmediato en cuanto se dieron cuenta que no estaba en casa y que no podían localizarla.

En los meses siguientes sus labores de búsqueda fueron en conjunto con la Fiscalía de Nezahualcóyotl y con acciones propias, desde brindar información a instituciones, entrevistar a gente que pudiera saber del paradero de su hija o volantear e ir a marchas para difundir su caso entre medios de comunicación.

Su esposo trabaja por proyectos y ella es ama de casa, por lo que sus ingresos son variables; recibieron ayuda económica de familiares, “sacaban los ahorros”, o de vez en cuando, ella vendía cosas como joyería, postres, comida o algo “rápido” para obtener un dinero extra.

Sus traslados también incrementaron, fueron a Nuevo León, Tampico, Toluca, Morelos y Veracruz entre otros estados donde hubiera algún indicio de su hija, o acompañaban a asociaciones que trabajan con personas desaparecidas para difundir su caso en más entidades.

En tanto que aquí en México sus labores seguían con la difusión en internet o visitar algún Servicio Médico Forense (Semefo) en la búsqueda de su hija.

Según compartió Cecilia, si en un mes ganaban más de 10 mil pesos, podían gastar aproximadamente el 40 por ciento en las labores de búsqueda; hubo ocasiones en que les costaba hasta la mitad de su ingreso mensual.

Afortunadamente sus esfuerzos tuvieron buenos resultados: Karla volvió a casa.

Iniciativa Cuartos Vacíos para dar a conocer desapariciones de mujeres

El caso de Karla fue difundido a través de Cuartos Vacíos, una iniciativa sobre personas desaparecidas que se lanzó en abril pasado y que trabajaron la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos A.C. (AMNRDAC) junto con la agencia FBC México.

Lo que hicieron fue poner a la “renta” en internet las habitaciones vacías de 4 mujeres que desaparecieron, incluyendo Karla, quien fue encontrada con vida y ahora volverá a su cuarto.

Cecilia con representantes de AMNRDAC y la agencia FBC México. Foto: Karime López

La plataforma cuartosvacios.mx tiene los datos bancarios para donar dinero a las familias de las jóvenes con la finalidad de que usen estos recursos para seguir sus labores de búsqueda.

“10 pesos de ayuda para nosotros es algo descomunal, porque a veces es un pasaje que a veces no se tiene y hay que comer, y pagar lo cotidiano. Pareciera que la vida se detiene pero no, se hace una vida paralela a las actividades cotidianas”, afirmó Cecilia sobre el apoyo recibido.

María Elena Solís, fundadora de AMNRDAC, señaló que los costos de las familias para localizar a personas desaparecidas son variables, pues a nivel local son pasajes, gasolinas y alimentos, pero si van a otros estados implica más dinero por casetas, pasaje o gasolina y el alojamiento. Entre más lejos, dijo, mayor es el gasto.

Así estimó que por ejemplo, para ir a Querétaro las familias desde el Valle de México pueden gastar entre 3 mil o 4 mil pesos, mientras que a Guadalajara pueden ser 10 mil pesos, a ello hay que sumar acciones de volanteo, pues la impresión o copias de mil fichas de búsqueda pueden costar un aproximado de 500 pesos.

“Muchas de las familias han perdido sus empleos, y ya no tienen ingresos y tienen que estar sacando dinero para trasladarte a diferentes lugares, ¿con qué lo haces sin ingresos? Ahí hay familias que se ven 'acabadas' económicamente”, aseveró la fundadora de AMNRDAC.

Actualmente la Ley General de Víctimas contempla en el Artículo 8 que las víctimas recibirán ayuda provisional, oportuna y rápida de los Recursos de Ayuda de la Comisión Ejecutiva o de las Comisiones de víctimas de entidades federativas. Sobre las especificaciones, señala lo siguiente:

"De acuerdo a las necesidades inmediatas que tengan relación directa con el hecho victimizante para atender y garantizar la satisfacción de sus necesidades de alimentación, aseo personal, manejo de abastecimientos, atención médica y psicológica de emergencia, transporte de emergencia y alojamiento transitorio en condiciones dignas y seguras", se lee en la legislación.

Además se señala que esta ayuda será a partir de la comisión del delito, de la violación de los derechos o cuando las autoridades tengan conocimiento del delito o de la violación de derechos.

Sobre el tiempo que recibirán las medidas de ayuda provisional, se establece que será durante el plazo "que sea necesario" para garantizar que la víctima supere condiciones de necesidad inmediata.

Familias continúan la búsqueda de personas desaparecidas

Zaira, Perla y Nimbe son las otras 3 mujeres cuyos cuartos vacíos aparecen en la plataforma. Son familias que llevan desde el 2011, 2014 y 2019 respectivamente buscándolas, y a la fecha siguen en ello.

María Elena Xochihua es la mamá de Nimbe, quien tenía 17 años cuando desapareció en Los Reyes La Paz, Estado de México, hace casi tres años. Fue cuando salió de su casa para ir a la escuela; ese día no tomaron asistencia en el plantel y no tenían cámaras, por ello no saben si llegó o no a su destino.

Llamaron a Locatel, y al no dar con ella interpusieron la denuncia; inicialmente el Ministerio Público en Nezahualcóyotl les dijo que pudo irse con alguien y que regresaría después, según afirmó María Elena; así que llamaron a amigos, compañeros de la escuela, difundieron por internet y así transcurrieron los primeros días.

También les tocó enfrentar la interrupción de servicios por la pandemia, para ellos fue un doble esfuerzo pues tenían que seguir con la difusión a pesar del cierre de instancias. También lograron acercarse con AMNRDAC que los orientó sobre gestiones a realizar en casos de personas desaparecidas.

En este tiempo de búsqueda han viajado a otros estados como Puebla, Morelos y Tamaulipas, para este último destino comentó que un boleto de camión le costó entre mil 300 y mil 400 pesos por trayecto, casi 3 mil pesos por la idea y vuelta.

“Tratamos de viajar en la noche para utilizar el día para hacer los movimientos necesarios, y en la misma noche vamos de regreso para tratar de no tener más gastos”, contó.  

Su esposo trabaja en una empresa alimenticia, y a veces toma sus días de vacaciones para auxiliar con las labores, su sueldo es el sustento de la familia, por lo que no puede dejarlo. Ella es ama de casa y a veces hace trabajos de costura para tener un ingreso extra que ayude en el día a día, o por ejemplo, con los pasajes.

“Los familiares nos convertimos en investigadores”, afirmó Isabel Flores, mamá de Manuel Alberto Velasco quien desapareció el 4 de febrero de 2021. El tenía 32 años, platicaba con unas vecinas, se subió con ellas a un carro y no volvieron a saber de él de acuerdo con lo que comentó su madre.

Esto ocurrió en la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, pero la última vez que se rastreó su teléfono, este estaba en La Marquesa, en el Estado de México. Por ello los traslados durante este tiempo han sido continuos entre la capital y la entidad mexiquense.

Por ahora Cuartos Vacíos se enfoca en mujeres, pero exploran a futuro sumar más casos como los de hombres desaparecidos. “5 o 10 pesos, es una ayuda tremenda, porque uno trabaja o busca a su familiar”, consideró Isabel.

Ella tiene un trabajo fijo, y tiene permisos de su empleo para salir a hacer labores de búsqueda; en el caso de su esposo tiene trabajos temporales, y los ingresos que reciben son para costear gastos en el hogar, incluyendo el cuidado del hijo de Manuel Alberto, y las labores de búsqueda.

En su caso, por ejemplo, los viajes al área correspondiente sobre personas desaparecidas en la Fiscalía de la Ciudad de México, implican el pasaje del transporte como el Metro y del taxi para llegar hasta la dirección indicada. Son aproximadamente 100 pesos por viaje de ida y vuelta.

Para ir a estados se ha organizado con más mamás o familias de personas desaparecidas para repartirse los gastos de casetas, gasolina y alimentación; así es como ha seguido adelante con las acciones para dar con su hijo.

Estos casos representan sólo un ejemplo de lo que familias se enfrentan en México por tratar de localizar a personas desaparecidas. Según contó Cecilia, la mamá de Karla, a veces el gasto "se siente en la economía de la casa", pero aseguró sentir que vale la pena pensar que después tendrá un beneficio. "Es una gran esperanza", indicó.