Debido a la pandemia causada por el virus del COVID-19, millones de niños en México dejaron de tomar clases presenciales y tuvieron que educarse con las clases en línea, sin embargo, esto causó diversos problemas, principalmente en el aprendizaje y el comportamiento de los alumnos de educación básica.
En el caso de los estudiantes de la primaria baja, que comprende los tres primeros grados de primaria, los alumnos manifestaron dificultades para aprender a leer y escribir, el proceso de la lecto-escritura, de acuerdo con Nisa Cabello Mendoza, profesora especialista y psicóloga educativa.
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Un niño consolida este proceso durante el primer grado de primaria en promedio, pero con las clases en línea se detuvo y dificultó el avance normal.
“En la cuestión de lecto-escritura se han tardado más en aprender a leer y a escribir”, enfatizó la psicóloga educativa.
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Si no aprenden ambas habilidades, en todas las demás materias van a tener problemas de aprendizaje.
La pandemia también ha dificultado que los menores desarrollen sus habilidades matemáticas, pues se redujo su experiencia cotidiana en las compras.
“Los niños practican mucho en la vida cotidiana. Los pequeños salen a la tienda, van con mamá al mercado. Y por esta cuestión de la pandemia mamá solamente iba al mercado o una sola persona”, dice la profesora.
“Entonces ellos se han desvinculado de eso, y el hecho de no practicar en la vida real ha sido una barrera de aprendizaje para ellos”, abunda.
Además, en la escuela juegan a la tiendita, con las monedas de plástico y los billetes falsos, cosa que no todos hacen en casa.
Falta de hábito de estudio durante la pandemia dificultó el aprendizaje
A esto se suma la falta de interés por parte de los padres para que sus hijos aprendan, un problema que se discute en los consejos técnicos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la Ciudad de México, cuenta la psicóloga educativa.
Los niños de entre 6 a 9 años aproximadamente “lo que aprenden es por medio de la observación”, pues ellos usan las cosas, como una taza o vaso, porque “ven que mamá y papá lo hacen”.
“En casa no tiene un hábito de estudio, no hay quién le diga de tal hora a tal hora te vas a sentar y vas a repasar esto”, lamenta Cabello Mendoza.
Esto afecta el rezago educativo que ya se padecía en México antes de la pandemia, el cual se manifiesta en millones de personas que no asisten a clases o no han terminado sus estudios correspondientes en la edad que les correspondía hacerlo.
Rezago educativo en México
Para el 2020, 24.4 millones de personas presentaban rezago educativo a nivel nacional, lo que representa el 19.2 por ciento de la población, de acuerdo con la Medición Multidimensional de la Pobreza 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Esto quiere decir que presentan rezago educativo quienes tienen entre 3 y 21 años y no asisten a clases o no terminaron sus niveles correspondientes; así como quien con 16 años o más no asiste a la escuela y no completó la primaria ni la secundaria; y quien cumplió 22 años o más y no terminó el nivel medio superior.
En el 2020, la población de 3 a 21 años que no asistió a la escuela y que no contó con educación obligatoria fue de 16.7 por ciento de la población total.
Específicamente, 16.7 por ciento de la población mayor de 15 años y que nació antes de 1982 no había terminado la primaria en México, de acuerdo con las estimaciones del Coneval.
La titular de la SEP, Delfina Gómez, destacó que 22 millones 435 mil 93 mil estudiantes regresaron a sus aulas en el nivel básico, de acuerdo a los últimos datos que presentó el 1 de marzo del 2022 en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.