El Gobierno Federal asegura que el Tren Maya beneficiará a las personas que habitan en Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas, tal y como lo hicieron las vías férreas desde el Porfiriato.
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la construcción del Tren Maya, afirmó que la obra serviría para mejorar la calidad de vida de las personas, cuidar el ambiente y detonar el desarrollo sustentable en el sureste del país.
Por supuesto, esta idea no es nueva, ya que a finales del siglo XIX y principios del XX se construyeron las primeras vías férreas en el país, que facilitaron la comunicación de las personas de aquella época, y además dejaron aportaciones sociales, deportivas, económicas y hasta políticas al México actual.
En la actualidad, todavía existen dos líneas ferrocarrileras creadas desde la época del Porfiriato:
- México-Nuevo Laredo: Fue inaugurada en 1888 y realizaba paradas en Monterrey, Saltillo, San Luis Potosí, San Miguel de Allende y Querétaro, hasta llegar a la Ciudad de México.
- Aguascalientes-San Luis Potosí: La inauguraron en 1890 e incentivó el tráfico de carga que salía hacia los puertos de Veracruz y Tampico.
Sin embargo, estas no son las únicas vías férreas que fueron creadas durante el mandato de Porfirio Díaz, pues también se crearon otras en varias ciudades del país como:
- Veracruz
- Acámbaro
- Uruapan
- Maravatío
- Zitácuaro
- Agangeo
- Colima
- Manzanillo
- Matamoros
- Pachuca
- Estado de México
- Puebla
- Zacatecas
- Durango
- Sonora
- Salina Cruz
Y es que cuando llegó Porfirío Díaz a la Presidencia del país en 1876, la red férrea del país era de 666 kilómetros y cuando terminó su mandato en 1910 era de 19 mil 528 kilómetros, que representa el 80 por ciento de la longitud total de hoy en día.
Contemplando la ruta del Tren Maya, la infraestructura ferroviaria del país está conformada por 23 mil 389 kilómetros de vía operada, según datos de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).
La historiadora y escritora Luz Carregha considera que el regreso de los trenes de pasajeros, como el Tren Maya, podría ser una alternativa viable, pero sólo si se cuenta con el sustento financiero necesario, la infraestructura de las viejas vías y se consideran las nuevas necesidades de transporte.