Las huellas de los enfrentamientos entre grupos criminales en las comunidades serranas de Jerez, Zacatecas, dejaron sus marcas en los hogares de los desplazados. Paredes perforadas por disparos, casas saqueadas y muebles vacíos. Las casas se volvieron los testigos del abandono.
Desde hace 9 meses, unas 18 comunidades de la sierra de Jerez quedaron deshabitadas y sus pobladores fueron desplazados, como se relata en la investigación "Los fantasmas de Jerez". Aquí te presentamos algunas imágenes de cómo la violencia dejó sus huellas en estos pueblos fantasmas.
Desplazados por el miedo
Aunque fue mayormente una amenaza, los habitantes de comunidades como Sarabia y Palmas Altas huyeron de la violencia que los acechaba. El miedo los hizo querer salir corriendo, y la mayoría decidió irse, mientras apenas unos cuantos resistieron en espera de que los crímenes no los alcanzaran.
Pero llegó. Entonces entre 2 y 3 mil habitantes tuvieron que dejar sus hogares a merced de los criminales, que usaron las casas como guaridas; algunas las saquearon mientras que otras fueron escenarios de combate.
En las paredes de las casas, quedaron no sólo las heridas de bala tras los tiroteos sino también las pintas de los propios grupos que se disputaban las plazas: el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.
Otra señal de que las comunidades de Jerez se habían convertido en un campo de batalla fueron los casquillos que quedaron acumulados en el piso, registro fiel de que había habido un tiroteo en las inmediaciones.
Incluso, el letrero de la entrada a la comunidad de Sarabia, en la zona de la sierra de Jerez, había sido atacado por los criminales, sin importar su bando. Así fue la vista que le dejaron de su localidad a los desplazados de Jerez.
Te invitamos a leer el reportaje completo Los "fantasmas" de Jerez: Las casas y vidas que arrebató el narco en nuestro micrositio.